sábado, 23 de octubre de 2021

LOS ILEGALES


Los ilegales, no me refiero a los dignos venezolanos que han tomado el camino de Santiago caminando hacia el Sur del Continente o, salvando el denso Dairen hacia la ruta del Norte o los que atraviesan el charco y emigran como consecuencias de la mala vida, en busca de la ilusión lejos de una patria que ya no es tal. Huyen del impacto en sus vidas que ha producido la ausencia de trabajo, bajos ingresos y de la hiperinflación. Se van a cualquier parte fuera del país con visas o sin ellas.

En realidad, me refiero al “hombre nuevo”, a ese ser inculto, echón, especulador, el que se la sabe todas, que argumenta como leguleyo las bondades constitucionales y de las leyes; pero que, en la cotidianidad, las desprecia, o las ignora. Es aquel que viola las leyes impunemente, a conciencia, en un alarde chabacano y mandón, que se presta para el negocio ilegal, para servir de testaferro, a desplegar su poder de nuevo rico para abusar de sus congéneres, del que transita por las calles sin respetar semáforos, ni a la gente y restriega en la cara del común su poderosa condición faramallera delincuencial.

También me refiero al venezolano común, a ese hombre que se mimetiza con la realidad y sigue el ejemplo de ese personaje nuevo, que por imitación tampoco respeta la ley, mucho menos a la Constitución y se comporta de la misma manera, viola normas y reglamentos, se come la luz de los semáforos, adelanta con su vehículo a juro, no respeta al peatón, pasa por encima de una cola formal, paga por debajo de la mesa a funcionarios para cualquier trámite, entrega coimas a funcionarios que le exigen bienes o le perdonan la ausencia de algún documento, cae en el chantaje de pagar en especies a repartidores o cuidadores con o sin uniforme, es decir, se desenvuelve en un entorno que modela a la brava sin importarle el prójimo y eso que llaman urbanidad o ciudadanía..

Ese personaje mimetizado ha adquirido la habilidad de percibir ingresos a expensas de los escasos recursos de su llamado emprendimiento o informalidad, que vive a costilla de otros, cobra visitas domiciliarias, pone materiales y cobra honorarios como si fuera un médico, odontólogo, abogado o ingeniero. Dolarizó al trabajo y en consecuencia se comporta arrogante, retador porque tiene efectivo y, a un nivel tal que supera con creces los ingresos de un profesor. Su comportamiento se hace insoportable. Irradia irreverencia, altanería y mira como  recién vestido y con desprecio a los demás. Claro, le importa un comino la ley, reglamentos o normas ciudadanas y, como manzana podrida contamina a los demás y obliga a que lo imiten

Pues bien, en Venezuela se impuso el caos, se ignoran leyes, reglamentos, normas de conducta y de urbanidad. Ese comportamiento que ya se ha generalizado explica en alguna medida que ciudadanos consientes, incluso gente culta, llama a votar en las elecciones de noviembre dejando de lado que han sido acomodadas por el régimen para conseguir su meta de adquirir la legitimidad buscada sin cesar, del reconocimiento internacional y de lograr el objetivo de mostrar total apariencia democrática.

Se llama a votar usando argumentos baladíes como el que expresan públicamente, señalando que es una oportunidad de retar al monstruo, que hay que balancear el poder del régimen, que es nuevamente una oportunidad de lograr espacios en la administración pública, pero ello también implica, violar las leyes y entrar en un terreno peligroso de complicidad con la ilegalidad.

Es necesario recordar a este respecto que existen sentencias firmes del Tribunal Supremo de Justicia lícitamente electo quien calificó al régimen de usurpador y de detentar el poder sobre la base demostrada de elecciones fraudulentas.

Hagamos memoria por enésima vez, que esos magistrados sentenciaron la usurpación, prohibieron el voto electrónico, obligaron a revisar todos los procesos electorales e ir a procesos manuales. Sometieron a juicio a los integrantes del CNE, y sentenciaron a los más altos funcionarios públicos. Es de destacar que muchos de esos condenados ahora son ministros premiados por el régimen por los servicios electorales, Por su parte, la comunidad internacional replicó con medidas similares, es decir, sentenciaron fraude, aceptaron la formalidad de la usurpación, comprobaron la  apropiación indebida de recursos públicos, demostraron, delitos de salvaguarda e incluso declararon como  delincuentes  a altos  funcionarios del  régimen los  cuales mostraron con su respectiva foto, señalamientos específicos y todavía ofrecen en los carteles internacionales la debida y alta  recompensa a quien los ponga a su alcance fuera del territorio nacional.

Frente a ese hecho pronunciado por el poder legislativo licito, democrático, soportado y conocido, los que llaman a votar se hacen los locos, consideran que sus argumentos son más poderosos que la ley a la cual directamente irrespetan, y lógicamente, pudiéramos concluir: cuanto se parecen al “hombre nuevo”

Sus argumentos no tienen asidero legal, pero no importa, ignoran o disimulan y, más de sesenta mil aspirantes a cargos se someten al proceso “electoral”, militantes de partidos que no representan a casi nadie y que son de maletín o de portafolio y sus dirigentes aspiran a elegirse gobernadores, alcaldes y concejales, y usan dicho proceso como una palanca para ganar terreno en un espacio que creen cínicamente democrático.  

En ese proceder cabe cualquier epíteto cuando está muy claro que las  condiciones electorales siguen siendo tan comprometidas con el proceso fraudulento y, argumentan lo que fuese necesario, lo difunden en las redes y desarrollan campañas inútiles y costosas, financiadas incluso por el mismo  régimen  para ocultar su proceder y creen sacar ventaja compitiendo con delincuentes declarados o, no será más bien, que son cómplices, violadores de los principios fundamentales del  Derecho,  lo cual los califica igualmente  como ilegales.

Basta ver argumentos repetitivos hasta el cansancio, nadie da respuesta a denuncias  sobre una organización electoral viciada desde sus bases. El CNE trata a los potenciales votantes como analfabetos y a los supuestos candidatos los hace invisibles, ocultos tras unas siglas y casi nadie los puede identificar en un instrumento de votación que representa a una plataforma deformada a propósito de los intereses del poder. Que difícil será identificar a tales candidatos que se mostrarán en una máquina cuyos antecedentes no son conocidos en general y a lo mejor, ni sus familiares lo conocen.

Inducidos por las fuerzas de régimen, procurarán que los escasos votantes no se resbalen a la hora de marcar el personaje que sea diferente al del partido de gobierno. Con la presión, las, amenazas de sus puntos rojos, guarda espaldas y vigilantes, están listos para proteger el multi voto, al acta preconstruida por una maquina teledirigida y en base a listas de votantes en circuitos reconstruidos cuyos integrantes le ha sido  cambiado  el domicilio, llenos de nombres de incluso extranjeros con cédulas venezolanas y, con el voto entubado preparado  a prueba de auditorías chucutas, amparadas con una supuesta supervisión internacional sustentada en coimas prepagadas y que ni decir tiene, no  son imparciales, sino que se lo pregunten a un tal representante de la comunidad europea que incluso ha sido cuestionado  por su propia institución por abuso de poder.

Ante un proceso que ha sido denunciado tantas veces da grima, incluso hasta a los acólitos despechados del régimen. En demasiadas oportunidades se ha dicho que el registro electoral esta hipertrofiado, agravado por el abandono del país de millones de votantes, que no han incorporado a millones de nuevos votantes, que han ignorado dar de baja a fallecidos, a supuestos individuos de cien años, y pare de contar.

Por decir lo menos, miles de denuncias e irregularidades se han manifestado, pero que nadie les para, y si lo hace en los órganos competentes es engañado y regañado; irónicamente tiene la opción de ir a reclamar a un órgano electoral que no es imparcial, o al ministerio público el cual probablemente impondrá la ley, bueno la suya de manera unilateral.

Todo ello hace sentir vergüenza ajena por aquello de denominar de ilegales a los que promueven el sarao o circo, participando y apoyando a una hipócrita oposición cayendo en el juego de la muy pregonada salida democrática. Por supuesto, todo conducido por un CNE imparcial”  que asegura que sus procedimientos son impolutos y que cuenta con miembros de la oposición cuyo comportamiento tiene mucho que desear, con antecedentes electorales y  que han sido tránsfugas de partidos políticos con gran sentido de la oportunidad y que muy ufanos se unen al coro de lo bien y perfecto que salió el simulacro  electoral cuyas bondades se repetirán en el mes de noviembre para dotar al país de un cuadro de funcionarios que se pondrán la corbata de hombres nuevos.

Esa realidad vital nos pone en un escenario caótico, pervertido y sin valores patrios. ¿Cuándo rescataremos la democracia y la libertad?

 


domingo, 10 de octubre de 2021

ESTRATEGIAS Y TACTICAS ELECTORALES

 

La conducción bizarra de las funciones del Estado con un sistema de gobernanza socialista, ahora se integra pragmáticamente con la Plataforma Unitaria de manera absolutamente cómplice, ratificando su comportamiento contradictorio, mediante el apoyo a las elecciones regionales acompañados con los objetivos del poder y estrategias financieras. De esta manera, se logra una supervivencia artificial, incluso al margen de la ley, no solo como se ha dicho reiteradamente, sobre la usurpación del poder presidencial e institucional dentro de los principios constitucionales y de la mayoría de las leyes, las cuales instrumentaron ignorando las decisiones electorales del Tribunal Supremo de Justicia que en su oportunidad fue elegido legalmente.

Este Poder Judicial en su momento formuló, demostró y sentenció sobre el particular decisiones que han sido compartidas, apoyadas y ejecutadas por gobiernos democráticos, los cuales no han reconocido formalmente al régimen y han insistido en su declinación y cese a la usurpación otorgando facilidades y recursos a un inexistente gobierno de transición; de paso, solicitando reiteradamente la recomposición del sistema electoral para que un gobierno de transición lleve a cabo elecciones presidenciales y de los estamentos institucionales de una república democrática.

Frente a todo ello se ha desplegado una gran actuación de convencimiento para ir a unas elecciones regionales cuyo fracaso, a pocas semanas del evento, la coalición “régimen-plataforma” (me niego a aceptar la calificación de unitaria en esta última) trata de justificar con los efectos de la crisis venezolana, incluso el de sus autores y donde la mayor parte de candidatos han sido pantomimas de una administración fallida. Basta ver los efectos que ellos han provocado inducidos por las políticas malsanas nacionales conducentes a una crisis sin precedentes y a la huida hacia delante de millones de venezolanos, quienes, por cierto, merman el registro electoral en vista que no votarán, ni que les dieran las facilidades del caso, porque es ilógico y contraproducente, sin considerar que su peso electoral sería decisivo.

El régimen, como se ha dicho sistemáticamente, busca desesperadamente ser reconocido, a tal efecto, organizó las elecciones de común acuerdo con representantes de la plataforma cuyas actuaciones eternas en materia electoral han sido de dudosa y cómplice intervención, dándose el lujo de expresar ante sus nuevos cargos electorales que se ha logrado la garantía de transparencia para la ejecución del proceso.

Como se fuera poco, esta estrategia electoral conduce al fatal reconocimiento formal del régimen, y validar la estructura regional por una vía supuestamente democrática, igualmente se lavan la cara para continuar dentro de un periodo de gobierno usurpador y les permite ejercer precariamente cargos públicos en lo que queda de periodo en acción determinante para continuar en el poder y contribuir a imponer la tesis comunista debidamente conectada con los intereses cubanos, en general de las potencias antidemocráticas sustentadas con la visión integral y conceptual del movimiento globalista o progresista vinculado a los nuevos grandes capitales tecnológicos, listos para apoderarse de los países democráticos y ejercer un nuevo esquema, alejado totalmente del humanismo y privilegiando al crimen organizado y a un régimen de fuerza despreciando el acervo democrático de las mayorías sustentado en el sometimiento a los grandes intereses de los privilegiados.

Para fortalecer dicha estrategia, el régimen y sus aliados han explorado lo necesario para lograr aflojar las restricciones económicas impuestas por los países desarrollados en su afán de proteger derechos humanos y detener el crecimiento delincuencial de la droga y el terrorismo. Acuden a sus oscuros funcionarios infiltrados en los organismos internacionales para que con sus iniciativas logren mediante un esquema maniqueo, poco profesional, pero efectivo políticamente, basado en la observación internacional, si es que ese esquema pueda llamarse acuerdo como el publicitado con la Unión Europea y organizaciones de dudoso comportamiento en el pasado, tal como lo es el Centro Carter. Obviamente, sin dejar de lado la observación interesada de rusos, turcos, mexicanos y de otros países cuyos gobiernos son de origen electoral fraudulento,

Las diatribas de procedimiento parecen un sainete con las declaraciones interesadas de ambos bandos, es decir, régimen-UE que da la impresión de chantaje En el terreno de la observación internacional, si es que así pueda denominarse el acuerdo suscrito entre el CNE y la UE, parece que la forma como se ha manifestado perjudica los planes electoralistas, pero que no son diferencias de fondo puesto que sus representantes están obviamente emparentados con los objetivos socialistas comprometiendo incluso el prestigio institucional de la Comunidad Europea ante el teatro de un impase entre el régimen y el secretario de la diplomacia europea, que con fines particulares, pone en un supuesto estado crítico los acuerdos políticos en Venezuela y en realidad el efecto que produce es comprometer el trabajo de la Unión Europea.

La población como masa social percibe difusa, pero con sentido realista esas maniobras lo cual se traduce en la falta de entusiasmo para su participación masiva, al percibir el engaño y sustenta tal actitud despreciando a falsos ídolos, igualmente mentirosos y oportunistas, Incluso la psicología social de comportamiento similar a  una pandemia se extiende por el territorio, invadido de cubanos, rusos, chinos, turcos, colombianos integrantes de las guerrillas y explotadores de recursos en una policromía criminal global. Igualmente se extiende al sur del continente e incluso, más al norte, cuyas condiciones electorales poco claras generan también poco animo colectivo para participar en procesos cuestionables cuyo resultado es predictible. Es evidente, cuando las elecciones de noviembre, hecho irreversible se produzca con observadores chucutos e improvisados por el tiempo, a esta altura, el representante europeo afirma que “no se puede esperar que las elecciones sean como las del país más democrático del mundo” y que la participación de la plataforma dizque unitaria, tendrá que ser acompañada por la CE porque esa presencia es garantía para la oposición de que esté presente en Venezuela para auditar y garantizar su validez.

Frente a toda la situación expresada, se capturó la atención de la dirigencia de la plataforma, la cual ya se centró en las elecciones, sin importar claro está, la opinión de la potencial mayoría de la población, comprometiendo directamente la lucha por la libertad y la aspiración de zafarse del poder del régimen y de sus vínculos con estrategias similares como son los casos en México, Boliviana Argentina, Nicaragua, Cuba y sus esquemas tácticos están en plena ejecución, en las elecciones colombianas, nicaragüenses  y chilenas.

Como resultado del proceso que nos ocupa, algunos dirigentes, nuevos y no tan nuevos, lograrán parcialmente y minoritariamente sus objetivos particulares, deslastrándose luego de los intereses de la plataforma y actuando dentro de los intereses de su entorno, sin garantía alguna y, sujetos a las directrices de los mentores regionales que los van a reconducir para que no se salgan de la madeja de intereses locales y por supuesto regionales.

Una cuestión quedará clara, con su actitud dejaron congelado el proceso de resistencia y de cambio, lo han diferido para intervenir en algunos años en el proceso electoral presidencial y retomar el ciclo perverso de perdida de la libertad y la democracia en Venezuela.

Nada es eterno, ya vemos cómo van cayendo naturalmente dirigentes de la revolución de pacotilla y depredadora, en lo que nos queda, conviviremos si nos dejan con el régimen y su coalición con la plataforma. Pero no vamos a dejar de luchar y procurar que lideres emergentes rompan este pernicioso concubinato tratando de que se conviertan en un pivote de la lucha por la reconquista de la democracia en Venezuela. Los desafíos deberán enfrentarse con nuevos métodos y con nuevas herramientas para comenzar otro ciclo. Quizás también haya diferentes jugadores.


sábado, 9 de octubre de 2021

LO INEVITABLE SE HIZO VIABLE

 



Todo se está cumpliendo de acuerdo con los planes del régimen, es inevitable la celebración de las elecciones regionales, igualmente la composición de fuerzas entre el régimen y la Plataforma Unitaria. En este caso, la gobernanza se integró pragmáticamente, de manera absolutamente cómplice, incluso al margen de la ley, no solo como consecuencia de la usurpación del poder presidencial e institucional, incluso en contra de decisiones del Tribunal Supremo de Justicia legítimamente electo, las cuales se han formulado, demostrado y sentenciado, amén que las mismas han sido compartidas, apoyadas y ejecutadas por gobiernos democráticos que no han reconocido formalmente al régimen y han insistido en su declinación y cese a la usurpación otorgando facilidades y recursos a un inexistente gobierno de transición.

Las acciones anteriormente señaladas han contribuido a legitimar al régimen, se le ha lavado la cara a la dictadura y a la corrupción, se le abrió la posibilidad de aflojar las restricciones de países democráticos contra los que no lo son y, de manera flagrante continúan actuando contra los derechos humanos y claramente muestran sus vínculos con el narcotráfico y sus acciones dictatoriales.

La composición de fuerzas “régimen-Plataforma Unitaria” valida el proceso electoral con la ayuda y complicidad de personajes de la Unión Europea, los cuales presuntamente certificarán elecciones fraudulentas proporcionando apoyo aparentemente institucional a un proceso que continúa cargado de irregularidades, no solo en sus bases de datos, sino incluso en sus métodos y procedimientos.

Volvemos a lo mismo, la observación internacional encabezada por representantes comprometidos con el socialismo integrantes individuales de la Comunidad Europea a quien nadie ha autorizado formalmente, y del Centro Carter, con sus conocidos antecedentes, hoy, brazo complementario, líder y cómplice del movimiento globalista, enemigo de los sistemas liberales. Ellos le darán la bendición al régimen chavista para dar continuidad al poder del régimen venezolano en evidente contradicción política.

Es la fórmula mágica para consolidar la usurpación, la cual será utilizada para la propaganda y vinculación con los movimientos patrocinados por el Foro de Sao Paulo y sus estrategias de apoderamiento global mediante el apoyo al movimiento llamado “progress”, quien sustentado en el catecismo de los planes de las Naciones Unidas que copiaron oportunistamente para usarlos de manera maniquea contra la esencia de la democracia occidental y el uso controlador de las tecnologías cuyos propietarios son ahora los dueños del mundo.

Todo conducirá a extender de manera sospechosamente invalida la acción y duración del régimen incluyendo a los partidos políticos, disminuidos y sin representatividad que se canibalicen nuevamente con vista a las elecciones presidenciales.

Toda esa estrategia tiene un efecto directo sobre la población sobre las cuales se impone un programa restrictivo de remuneración y política monetaria tendentes a lograr la destrucción de la meritocracia, nivelar por debajo a la población activa, y someterla a la pobreza, incultura, humillación por la fuerza y control policial, para gobernar a sus anchas sobre los despojos que van dejando a su paso.

Es particularmente dramático el efecto de esta política para la supervivencia del venezolano común y que se ha puesto de manifiesto con el crecimiento de la pobreza extrema quien lucha día a día para sobrevivir en un entorno de falsa recuperación económica, inducida por la inundación de dólares producto del lavado de dinero, del narcotráfico y de las muy honorables remesas de una diáspora para mantener a los que se quedaron, cuyos montos anuales son significativos y que lamentablemente son acaparados para favorecer las triquiñuelas económicas del régimen, y dar sensación de falso bienestar, el cual le viene de perlas para su agenda electoral.

La acción se extiende a un plan macabro cuyas consecuencias económicas son formidables que implica la destrucción de todo el aparato productivo estimulando con dinero lavado la inversión en nuevos negocios comerciales, en  la reconversión aritmética impuesta por decreto donde los usuarios solamente ajustan sus sistemas para quitar seis ceros a la deteriorada moneda  para sumar en el tiempo la bicoca de catorce ceros poniendo al bolívar como una divisa lastimosa e inútil sustituida ahora por el odioso dólar; por cierto, miel para los bolsillos de la dirigencia oficial.

En realidad, esa ambición lograda no es contradictoria, hablan mal del imperialismo y el liberalismo, pero no se resisten a preservar las divisas en bancos americanos, a desear con todas sus fuerzas vivir en el norte, de enviar a sus hijos y familiares a centros del primer mundo. Muchos se han alistado, incluso los más altos jerarcas y capos, incluyendo el plan de infiltración para ejercer la acción internacional de infectar con sus ideas oscuras un supuesto globalismo sustentando en la lucha de clases.

El régimen se muestra seguro de ir a elecciones regionales, obviamente manipuladas para lograr lo inevitable, potenciar la complicidad, incrementar la burocracia aprovechadora de los recursos públicos. Ante tal realidad no nos queda más que decir, si no la típica frase conocida por todos ya que estamos en Navidad por decreto, centrar los deseos en nuevas esperanzas al decir: “Nos vemos en dos años”.

Fúñanse los que protestan, los nube gris, los abstencionistas, que voten los comprometidos o ingenuos, aunque sea un delito, pero debe quedar claro que el que vote en un proceso fraudulento e ilegal es un delincuente.

Esperemos en el futuro incierto la contienda electoral presidencial para darle nuevo chance al largo camino a la simulación democrática, volteemos para otro lado cuando se corra la arruga por ausencia de decisiones, incluyendo la complicidad de la Plataforma Unitaria, que ha fortalecido al régimen comunista más corrompido y entreguista de la historia de Venezuela.