martes, 15 de octubre de 2019

El Foro de Sao Paulo y la oposición venezolana

 

Genaro Mosquera

 


 

Latinoamérica se está desordenando, basta observar lo que está pasando en Ecuador, Perú, Brasil, Honduras, Colombia y Argentina. Los presuntuosos movimientos “populares” en contra de las políticas internas no son casualidad, sino derivadas de un plan estratégico que tiene su director de orquesta en La Habana, e irradia sus directrices hacia el continente para intentar recuperarse de los reveses políticos democráticos en varios países de la región. Hay interés en intentar desestabilizar la región mediante un programa cuyo sustento conceptual sale de los elementos operativos del Foro de Sao Paulo celebrado en el mes de septiembre de este año en Caracas como continuación del celebrado en Cuba el pasado año.

En ambos eventos hubo presencia masiva de partidos de la extrema izquierda, entre los que destacan 12 organizaciones procedentes de Argentina e igual cantidad de Chile; 7 de Brasil; 8 de Colombia, Ecuador y Paraguay, respectivamente; 10 de Perú y 13 de Uruguay. La representación de otros países tales como México y Venezuela asistió en menor número de partidos, pero con poderosos partidos de gobierno. Todos ellos fueron convocados bajo el financiamiento y la protección del régimen venezolano. En otras palabras, la flor y nata del extremismo de esta parte del mundo sesionó abiertamente en actitud retadora para imponer una línea de conducta comunista en la región, la cual es abundantemente financiada por los gobiernos títeres con los dineros de la corrupción y del narcotráfico a gran escala, continuando con la estrategia del crimen global organizado orientado a controlar gobiernos y toda su estructura socioeconómica intentando extenderse como una gran epidemia que arruina a pueblos enteros y los somete a control social sin consideración alguna al margen de la democracia, de los derechos humanos y de la supervivencia de los pueblos.

Es necesario analizar a profundidad el resultado de los encuentros, sus deliberaciones y resoluciones para entender la estrategia de apoderamiento socialista, y que la oposición no comprometida sepa cómo manejar los asuntos en beneficio de la democracia continental. Todos sabemos cómo el discurso de los partidos comunistas y socialistas usan el lenguaje, siempre enmarcado en principios generales, pero su interpretación objetiva deja ver la mentira intencional.

El encuentro en la capital venezolana se centró en un falso discurso, destacando como lo más importante: “La lucha por la paz en Colombia, la paz en Venezuela y el apoyo a los diálogos de Noruega”¨… enfocado en la supuesta “persecución de líderes de la izquierda por gobiernos de derecha, sin tomar en cuenta que en realidad son terroristas y corruptos, entre ellos los miembros de la guerrilla colombiana”. Así mismo, destacan acciones para vetar el proceso judicial contra Lula y pedir el fin del bloqueo “unilateral de Estados Unidos a Cuba”.

El evento planteado con los mejores argumentos metodológicos formuló algo así como una declaración de principios que sirviese de marco de referencia para proponer un plan operativo destinado al mantenimiento del poder en México, Nicaragua, Bolivia, Cuba y Venezuela, y de orientación para la recuperación del gobierno en Ecuador, Perú y Argentina. Los aspectos más importantes citados y analizados como consecuencia de las declaraciones y ponencias presentadas se resumen en los siguientes planteamientos:

Destacaron que frente a la “multifacética ofensiva reaccionaria del imperialismo estadounidense y de la derecha oligárquica, aliada del gran capital desagregado desde Estados Unidos, han demostrado que no se puede subestimar dicha ofensiva, pues está dando muestras de eficacia por parte del imperio, por lo que no pueden subestimar la disputa ideológica centrada en la opinión pública de contrarrestar la supuesta inviabilidad del socialismo”.

Argumentan que los gobiernos neoliberales conducen acciones que llevan al desprecio de los pueblos expresado por el maltrato xenofóbico a los que huyen de sus países espoliando el odio a los nacionales, cuyo éxodo los lleva por diferentes países sin dejar de mencionar a venezolanos, y a los mejicanos, guatemaltecos y nicaragüenses que intentan llegar a territorio norteamericano”. Adoban este planteamiento con gran agresividad comunicacional centrando el mensaje mentiroso, en la propaganda. Dedican parte de esa estrategia a denunciar que los gobiernos someten y persiguen a musulmanes y al islamismo; en otras palabras, echan la culpa no a los gobiernos extremistas socialistas sino al imperio como táctica informativa a través de su amplia red de comunicación, incluyendo televisoras y enorme cantidad de emisoras radiales expropiadas y creadas con dicho fin.

Abordan el tema geopolítico contra el imperialismo señalando la ofensiva contra China y Rusia con el argumento muy destacado de que son países considerados enemigos de la democracia y que afectan la seguridad nacional del continente, que han tomado medidas ofensivas, decisiones odiosas como son: el embargo económico y comercial, la instrumentación de medidas arancelarias, la denuncia de los tratados comerciales y de la defensa, criticando el papel de la OTAN en Colombia y el TIAR más recientemente. Profundizan el ataque señalando que tales acciones constituyen un grave peligro que ha sido desarrollado por la ideología fascista del capitalismo en contra de la paz y de los pueblos. Estos argumentos son transmitidos sistemáticamente en el discurso que los socialistas no se quitan de la boca.

El foro ha llegado públicamente a la conclusión de que adicionalmente a las estrategias de Estados Unidos en lo político y diplomático, configurada sobre la base imperial de tener presencia militar en Centro y Suramérica, la cual consiste en la movilización de tropas y de arsenal militar como lo hacen en Honduras, Panamá y Colombia, facilitan las acciones para una potencial intervención militar en Venezuela y de otros países en América Latina y el Caribe. Obviamente, nunca mencionan las bases militares rusas y chinas, la invasión de tropas cubanas y de la FARC y del ELN en territorio venezolano.

Concluye el Foro de Sao Paulo, con la recomendación de “entender la estrategia reseñada anteriormente, comprender el modus operandi del capitalismo para construir una visión objetiva y orientar los pasos con realismo para comprender las debilidades de la derecha a ser destruida”. Por último, en ese marco de referencia hacen gala de los triunfos del socialismo en México, Venezuela, Nicaragua, Bolivia y extrañamente en Puerto Rico. Señalan los planes para fragmentar y debilitar esos estados y deslegitimar a sus gobiernos. Como primera medida conceptual ofrecen toda la solidaridad necesaria al FMLN, denuncian la persecución que llevan a cabo los países neoliberales a Correa, Lula, Cristina, Glas y Patiño; así mismo, acusan al gobierno estadounidense de criminalizar a los emigrantes, y como quien no quiere la cosa, los hacen responsables del tráfico de personas, narcotráfico y terrorismo de Estado.

Construidas las declaraciones de principio, aprobaron una estrategia operativa para Latinoamérica y el Caribe, especialmente para nuestro país. En efecto, expresan que “con todas las fuerzas y recursos, se deben retomar las iniciativas político militar con más vigor y eficacia” para enfrentar  las políticas internas que a su juicio están sustentadas por un argumento falso expresado de la manera siguiente: “La derecha ahonda en la concentración de la propiedad, del poder y la riqueza donde justamente la izquierda enarbola propuestas antiliberales y que económicamente hay que hacerles frente incluyendo el apoyo de los organismos que controlan, tales como el Celac y el Alba”. Afirman la necesidad de fortalecer el movimiento socialista mundial en defensa de la paz, la democracia y las conquistas sociales alcanzadas frente a la conducta internacional agresiva e irresponsable de la actual administración de Trump”.

El Foro de Sao Paulo, con su asamblea continental integrada por activistas socialistas y comunistas fija la doctrina y las estrategias para preservar el poder en los países bajo su control y los mecanismos para recuperar el poder perdido en otros. Deciden sembrar la protesta y desestabilizar a los gobiernos democráticos, financiada y dirigida desde Venezuela, que por cierto está enviando infiltrados a los que paga por el desorden público y poner en dificultades a los gobiernos tales como Ecuador, Perú, Colombia, Honduras y Panamá. De tal manera que aprobaron las normas de conducta, cuyos detalles más importantes se citan de manera general una vez interpretada la data producto de tan nefasta reunión para las democracias:

Reafirmar los partidos de izquierda con los de Europa, Asia, África y el Medio Oriente.

Denunciar el papel injerencista, al servicio de Estados Unidos, de la OEA.

Enfrentar de forma enérgica el avance de la derecha como los de Brasil, Colombia, Paraguay, Argentina, Ecuador y Honduras, que destruyen la democracia y los derechos sociales conquistados.

Apoyar la fórmula Martínez-Villar para Uruguay.

Apoyar al movimiento popular Frente de Todos de Argentina que lleva como candidato a presidente a Alberto Fernández.

Apoyar al gobierno del presidente Manuel López Obrador en México

Demandar el fin incondicional, total y definitivo del criminal e incrementado bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y una flagrante y masiva violación de los derechos humanos de las cubanas y cubanos. Y exigir la devolución de la base naval de Guantánamo

Apoyar el derecho al retorno de Bolivia al océano Pacífico,

Con un sentido claro del oportunismo fijado en el mes de septiembre y jugando en posición adelantada iniciaron una actividad denominada “Defensa de la democracia y de las protestas sociales en Ecuador” como respuesta al anuncio del ajuste económico y social y de flexibilización laboral propuesto por el gobierno, que tendrán graves consecuencias económicas y sociales, afectando principalmente a los más pobres y desposeídos.

En relación con la operación en Venezuela mostraron las costuras de la bola cuando puntualizan: “Seguir con el diálogo democrático entre el gobierno de Nicolás Maduro y parte de la oposición, estableciendo el retorno del Partido Socialista Unido de Venezuela a la Asamblea Nacional”; “La aceleración de una nueva directiva del Consejo Nacional Electoral y liberación de algunos dirigentes opositores”; “Rechazo a las ilegales sanciones económicas y respaldo a la propuesta de canje de petróleo por medicinas y alimentos”.

Todo este conjunto de apreciaciones pueden ser confirmadas en las minutas y memorias recogidas en el Foro de Sao Paulo en Caracas, en tal sentido, como dice el refrán: “Guerra avisada no mata soldado”. Pues esperemos que la oposición que de una forma u otra cohabita con el régimen reaccione de alguna manera y ponga trabas al desarrollo de un plan geopolítico de Cuba y sus acólitos conducentes a preservar el poder en Venezuela y correlativamente lograr el apoderamiento de gobiernos democráticos. Ojalá que reflexionen sobre su conducta política que le vendieron al venezolano común y que han desvirtuado sembrando la duda de la verdadera intención de preservar el sistema y mantenerse en los esquemas del poder compartido

Es hora de estimular el rescate de la democracia por la vía de la denuncia, la resistencia y la ayuda de una coalición humanitaria internacional que permita salvar a un país en ruinas, rescatarlo de la delincuencia y la corrupción generalizada, de enfrentar la mafia del crimen internacional, y de los depredadores políticos de la izquierda que buscan preservar el poder por el poder sin rubor de sus actos extensivos a la protección y beneficio producto del narcotráfico y del soporte militar alienado y politizado.

No creamos en ese falso acuerdo firmado en la AN y el régimen, tampoco en comunistas incorporados a la cámara legislativa sin legalidad alguna con la estrategia del mal de celebrar elecciones presidenciales a juro sin desplazar al usurpador y de nombrar un directorio del CNE con truculentos acuerdos subterráneos. Estemos claros en que sin un registro electoral nuevo e identidades legales, la construcción de un registro internacional para la diáspora, sin un sistema electoral adecuado y manual, la estrategia mencionada funcionará a favor del régimen y la consecuencia será legitimar al régimen a través de elecciones fraudulentas,

De ser así, que continúe la fiesta del crimen organizado y pobre de nosotros los venezolanos, y de otros, que no están viendo arder las barbas del vecino.

 

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