Genaro Mosquera Castellanos
Frente a las circunstancias socio políticas en nuestro país, sustentado en un modelo de gobierno anti democrático, autocrático y militarista, con definiciones muy claras y rasgos evidentes de similitud con el castro comunismo. contrapuesto a la democracia representativa, toca como venezolanos enfrentar hoy la contraposición irreductible de esos dos polos doctrinarios: En efecto, la confrontación doctrinal, que es real en tanto que la contraposición de visiones de la realidad, puede adoptar múltiples formas y configuraciones socio-políticas cuya dinámica es dependiente de cada circunstancia. Pero solo en el campo de la definición conceptual de cada una de esas configuraciones posibles como fundamento de la estrategia es que la misma se define como una confrontación de dos actores políticos nítidamente contrapuestos.
Nuestro problema consiste en discutir el proceso de aprehensión teórico-conceptual de la configuración histórico-política de la confrontación Comunismo vs Democracia como escenario político en desarrollo. Esto significa que no veremos el despliegue del escenario político en cuestión como un “proceso” ya que la idea de proceso apunta a una linealidad, En contraposición, el concepto de dinámica hace referencia a una totalidad de elementos determinantes que, permita comprender la situación o estado de cosas de manera tal que se interprete la complejidad de manera integral como concepto en la comprensión de un modelo autoritario, sin desagregar elementos de su acción que son abordados uno a uno por una oposición donde siempre seremos derrotados como consecuencia de una estrategia comunicacional sustentada en la mentira y la manipulación característica del régimen del gobierno actual.
Lo complejo no consiste solamente en la síntesis de una diversidad de determinaciones políticas, económicas, sociales, e ideológicas, sino en el hecho de una relación en la que prevalecen uno u otro elemento sobre los otros En efecto, en el enfoque del “proceso” social venezolano y de la crisis formidable de estos años, el diseño de la estrategia para enfrentar dicha crisis, privilegió el punto de vista político como determinante en relación con cualquier otro que pudiese caracterizarse en el marco de la transformación “revolucionaria” emprendida bajo la prospectiva oficial. De allí, se origina el estado actual de la situación venezolana, donde la oposición hace gala de un enfrentamiento pacifico, constitucional y electoral repostando levemente cada acción gubernamental desde la misma perspectiva de lo político desde la cual el régimen proyecta su visión transformándose así la oposición formal en un actor de complementación del escenario político y dando lugar a interpretaciones contradictorias de su propio accionar que la sociedad asocia al colaboracionismo o simplemente a complicidad.
Es conveniente abordar el tema de la situación de la oposición política venezolana actual desde una perspectiva compleja teniendo presente las implicaciones para la definición de las estrategias que esa perspectiva acarrea, es decir, el que visualizan dos actuantes en pugna (MUD y Gobierno) y estudia sus comportamientos políticos, su ambigüedad y la actitud del primero al colocarse de espaldas a la población o las estrategias de engaño del segundo. Se hace necesario, por lo tanto, avanzar hacia una visión de conjunto, que abandone la visión dual y que mire la situación como un escenario único donde toda estrategia política opositora tendría que definirse de cara a la situación de conjunto y no ante uno u otro actor separadamente. Eso determina las condiciones del discurso político que se busca articular ya que se trataría, primero, de argumentar el rechazo y la denuncia del escenario de complementariedad de los dos actores y, segundo, de diseñar una estrategia capaz de definir con claridad un nuevo escenario que permita otra comprensión del origen de la crisis de la Nación. Esto es: la construcción de un nuevo escenario de la situación política venezolana actual, haciendo abstracción de los diagnósticos y de la posición que postula el enfrentamiento de dos fuerzas políticas que a la luz de opinión pública parecen divergentes, pero que, como hemos visto, son complementarias. En consecuencia, insistir en este enfoque representa una pérdida de tiempo, pues de lo que se trata es de adoptar un enfoque renovado que conduzca a la construcción de un nuevo escenario de la situación política venezolana actual
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