viernes, 29 de noviembre de 2019

La trampa del tiempo

 


The Time of the Trap, de esta manera, Erik Ekval, (+) extraordinario consultor político, denominaba la estrategia del chavismo de buscar tiempo con dos propósitos: desgastar a la oposición mediante la táctica de la dilación, negación, avances, retrocesos, y dejar que pase el tiempo. En segundo lugar, lograr lo que el tiempo hace con las personas, les diluye la memoria y olvida para facilitar la impunidad y la  trampa electoral.

 El llamado madurismo hace igual con la complicidad de tránsfugas de la política que dando marcha atrás de manera oportunísima se empatan con el régimen para seguir el juego de la negociación en una táctica de moldeamiento de la opinión pública y a base de mentiras y cinismo  contribuyan al desgaste popular, y eviten decisiones que impliquen un cambio.

 Se ha estimulado dentro de ese entorno  salir de la crisis venezolana mediante la negociación a través de unas “elecciones libres y transparentes”, no a la salida por intervención humanitaria,  y adicionalmente, lograr un acuerdo para una salida democrática sin violencia. Palabra bonitas que calzan a la perfección con el lenguaje diplomático y ortodoxo de la política internacional, menospreciando el efecto de una dictadura que ha provocado la destrucción económica del país, el derrumbe de los derechos humanos de la sociedad venezolana,  ignorando aun cuando lo saben  qué se trata de negociar con el terrorismo de estado y el crimen global organizado.

La trampa está montada, regresan los diputados de la ANC a la AN para la búsqueda de la diatriba política y dar semejanza a la supuesta apertura democrática; ablandan la opinión pública con falsas esperanzas. La oposición formal oficial se hace cómplice o simplemente ratifica su cohabitación y colaboracionismo eterno y todos van en la dirección de montar las elecciones para el próximo año.

Ya se habla de un principal acuerdo, nombrar a los miembros de Consejo Nacional Electoral (CNE), y  aparecen personajes dispuestos a colarse en  la renovación de autoridades electorales y se definen como independientes, pero todos sabemos que nacieron del chavismo, y uno que otro gatopardo sugerido por la oposición. Designaciones que tiene todos los vicios de una decisión unilateral  acordada entre las partes, violando la Constitución, la Ley electoral y reglamentos que prevén que los miembros deben tener un perfil honorable, independiente y otras características y que deben ser postulados por una serie de organismos incluso de la sociedad civil, También hacen abstracción de los decisiones del Tribunal Supremo de Justicia Legitimo (TSJL) quien decretó sentencia contra los miembros del sistema electoral por violaciones constitucionales y los declaró usurpadores, lo cual significa que previamente hay que destituir a todos los miembros nacionales y regionales que son muchos y  deben ser sometidos a juicio penal. No obstante todo ello, se acuerda el  nombramiento de  un CNE que nace frustrado ante la opinión publica que ya sabe como actúa el régimen y la oposición.

El régimen comienza a montar la trama electoral empezando con el carnet de la patria, es decir el registro interesado del oportunismo más claro, la compra de conciencias por comida y los acostumbrados regalos periódicos asegurando: huellas dactilares, firmas, cédulas de identidad  y el control personal. Se recogen firmas y se tiene el tupé de informar que disponen de diez millones de firmas “comprobadas” por el CNE para solicitar la suspensión de medidas anticorrupción adoptadas por los países democráticos  y los llevan a diferentes instancias con la pretensión frustrada  de validar el apoyo al régimen en una acción de propaganda  internacional. Pues bien, pretenden decir que ya tienen al menos diez millones de votos sin empezar la campaña electoral.

La indefinición de la oposición y su ambivalencia entre una elección y la intervención humanitaria  no han cesado de montar desde el comienzo una campana electoral en beneficio de algunos candidatos incluyendo el presidente de la Asamblea Nacional  complementada con giras electorales por todo el país. A la fecha, la oposición oficial tiene al menos cuatro candidatos potenciales que irán al proceso cada uno por su cuenta o con unas primarias e intentar proyectar la imagen eterna de la unidad,

Por parte del régimen tendrán que dilucidar si se zafan de una vez por todas de Maduro o lo llevan como candidato caiga quien caiga, o sacarán de la cartera o  la manga a quien mejor convenga,  producto de la lucha interna entre el chavismo originario y el madurismo en trance de muerte o el de la constituyente o a quien imponga la fuerza armada socialista  atendiendo a las recomendaciones de Cuba como protector de su provincia Venezuela.

La suerte está echada, la “comunidad internacional” ha derrotado  la intervención humanitaria con un discurso de no agresión ante la denuncia de violación de los derechos humanos y de narco tráfico, y propician en sus discursos un cambio sin violencia,  sin la “odiosa intervención militar”.

El régimen prepara su proceso electoral continuo y fraudulento, en efecto, parte con la supuesta ventaja, diez millones de firmas para validar su candidatos, un registro electoral inflado de 18 millones de electores, pero que en realidad son trece millones de electores , con cédulas de identidad que tienen la característica que no son seguras, elaboradas con papel bond, sin sellos ni factores de seguridad lo que ha permitido al régimen bajo control cubano de  emitir cinco millones de cédulas falsas o múltiples.  Adicionalmente,  cientos de miles de nuevos votantes son ignorados en el registro electoral.

En el sistema electoral, por cierto invalidado por el TSJL  mantienen los circuitos electorales donde hay más de 1500 centros fantasmas ubicados en cualquier parte, muchos de ellos en los cuarteles, acuérdense de los centros claves y rojas donde siempre “ganara” el régimen con el 99% de los votos.

La ventaja para el régimen que estimuló el éxodo es que se han ido del país más de cuatro millones de votos al exterior, registrarlos en los circuitos electorales será una tarea casi imposible a corto plazo, las embajadas y consulados se la pondrán difícil  por la logística involucrada,  en consecuencia un mínimo tres millones no podrán ser acreditados a la oposición.

Con la estructura regional lista el próximo paso será  preservar  los integrantes de las mesas los cuales son los mismos militantes del 2018, con restricciones para los que no son, y como si fuera poco, el plan república de un ejército que se declaró públicamente  anticonstitucionalmente socialista es el  custodio y garante  del sistema. El sistema electrónico no tiene cambios y esta listo para el cambalache de votos azules por rojos,  sin tomar en cuenta la decisión también del TSJL de ir a elecciones manuales,  Todo eso se olvida. The time of the trap.

La resultante es que tendremos el próximo  año elecciones presidenciales y legislativas  como  producto de las negociaciones y de las peticiones hipócritas de conciliar en nombre de la paz y de la no violencia, pero que en el fondo es por la inmunidad de las corruptelas, compromisos y repartición del poder.

Con la debida precaución de un pronóstico,  votaran 11 millones de electores  sin incluir la abstención, de los cuales tres millones no podrán hacerlo porque están en el exterior y solo una proporción muy baja podrá registrarse. Nos quedan 9 millones de los cuales, tres millones se abstendrán al ver la trampa venir,  nos quedan seis,  los partidos  aportan  a lo sumo solo dos millones de militantes mas los creyentes que votaran por Juan, Leopoldo o Henry,  en consecuencia  se sacaran tres millones contra los cinco que el madurismo dirá que sacó, por tanto, “ganarán” con trampa nuevamente porque nada ha cambiado en el sistema electoral, ignorando las decisiones de los magistrados que tuvieron el honor de declarar el sistema electoral nulo y a Maduro usurpador que dio pie a un gran movimiento democrático mundial aceptando a un presidente interino “que se convirtió de encargado de la presidencia  a candidato presidencial”.

Legitimarán dichas elecciones y en esas condiciones  tendremos nuevamente un gobierno usurpador y seguirá la fiesta del comunismo instalado en estos lares, el fortalecimiento de los cubanos que también votaran por que tienen cédula, de los rusos que estarán felices de tener sus bases militares en américa, de los chinos que cobraran sus acreencias y burlaran las políticas de los norteamericanos, de los islamistas que saldrán de Margarita y se dispersarán por todo el país, buscaran extenderse  a Colombia y Brasil, los narcos tendrán el territorio más grande de producción y distribución de drogas del mundo  y los propietarios de grandes organizaciones criminales como pretendía  Pablo Escobar en Colombia continuar con los negocios e intentar gobernar un país y al mundo.

sábado, 23 de noviembre de 2019

MANIOBRAS POLITICAS DE ULTIMA GENERACION

 


En Venezuela la dramática situación de crisis continúa profundizándose induciendo la consecuente inestabilidad política, económica, social y laboral, especialmente influida por el colapso de los servicios públicos. Ante tales factores, la mayor parte de la población ha continuado con las protestas de calle y expresiones de insatisfacción en las redes sociales manifestando su resistencia ante tal estado de cosas y esperanzados en un cambio de régimen que permita resolver la situación y el rescate de la democracia.  El régimen sin inhibiciones apela a la fuerza pública, especialmente de paramilitares o colectivos para atacar a las manifestaciones sin miramientos con la fuerza de las armas.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) legitimo ha preparado los protocolos legales para lograr el apoyo internacional a la salida de la crisis y muy especialmente su declaratoria de invalidez del sistema electoral lo cual es el principal argumento usado para dicho apoyo. La designación de un presidente interino fue la conclusión inmediata asociado a un control de una Ley Estatuto de Transición maniatando de inmediato las gestiones del presidente de la Asamblea que asumió la responsabilidad sujeta a una serie de condiciones en línea con los intereses internos de los integrantes de la Asamblea Nacional.

A pesar de estos condicionantes se han logrado satisfacer las exigencias nacionales e internacionales validando institucionalmente cada paso para provocar el cambio de régimen.  A los efectos del caso se ha llamado a la unidad fervientemente, incluso haciendo concesiones políticas bien sean a políticos de vieja data, disidentes o a partidos políticos; muchas de ellos cuestionados por la contaminación de personas de antecedentes dudosos en la gestión que desarrollan y que continúan operando como cooperadores del régimen. Sobre este particular se observan varias tendencias, los que desean el cambio de régimen exigiendo a la Asamblea Nacional que autorice una intervención militar extranjera en Venezuela ordenada por el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio a quienes por cierto ignoran o no toman en cuenta no ejecutando las acciones legales sugeridas.  Lo que no se aclara en esta postura es que ingreso de la Ayuda Humanitaria con la ayuda de una coalición de protección militar de paz sustentada en petición administrativa a la AN, basada por lo demás en un artículo de la Constitución, el 187 que sólo habla de “autorizar Misiones Militares” que cooperen con las FANB de Venezuela a quien el TSJ les induce a apoyar esta petición. Postura que no han cumplido, así como la petición de nombrar autoridades electorales e incluso el Consejo de Gobierno. Así mismo han interpretado los artículos 333 y 350 para restablecer el orden democrático y un levantamiento militar seria cumplir un deber constitucional.

Por otro lado, hay quienes desean una salida negociada muy interesada. Este grupo se ha desplegado en organismos internacionales como, por ejemplo, el Grupo de Lima con la articulación de un representante del país, del representante ante la OEA, y de dirigentes de algunos países, entre ellos los que apoyan al régimen usando el concepto de soberanía interesadamente de una “indeseable intervención militar extranjera”. Esta postura es una vulgar manipulación que han ejercido importante influencia internacional expresándose de manera ambigua, ignorando, y desinformando a los venezolanos cuya aspiración es el deseo de un cambio rápido del régimen.  Todos sabemos que la salida negociada sugerida no tendrá resultado con de un régimen usurpador que ha secuestrado a un país, que obedece a las instancias de países alineados con la tiranía, corrupción, peculado, y tráfico de los recursos del país. Por ejemplo, la fórmula que intentó desprenderse de Maduro la cual incluirá incorporar al gobierno de transición entre otros a personajes siniestros de la dictadura como lo son al ministro de la Defensa y el presidente del ilegal Tribunal Supremo de Justicia, ambos usurpadores del cargo en cuestión, así mismo, incorporar a políticos de vieja escuela afectando por carambola al presidente interino en complicidad con algunos miembros de su propio partido.

Nuevamente en la sombra se ha negociado con el Régimen con el apoyo de sectores que actúan detrás de la cortina. La consecuencia la tal operación ha sido supuestamente defenestrar a Maduro como usurpador comprometiendo a sectores militares en la acción. La acción práctica fue abortar dicha negociación a pesar del memorándum firmado por el ministro de la Defensa dando instrucciones de apoyar al gobierno de transición, pero que con una decisión poco honorable se doblegó, cedió o era cómplice de la presión cubana- rusa ordenando mantener al usurpador a como diese lugar en la cabeza del régimen. Lo demás es historia y su efecto, la desesperanza, corriéndose nuevamente la arruga del desenlace esperado de terminar con la dictadura.

El gobierno de Tremp ha sostenido que “todas las opciones están sobre la mesa” cuya estrategia se centra en propósitos disuasivos y el desarrollo de acciones estratégicas, de frenos económicos y presión militar para contribuir con el cambio de régimen. Frente a esa estrategia aparece otra sustentada por países que juegan a la negociación y a supuestas elecciones democráticas sin cambiar el aparato electoral para indirectamente proteger sus propios intereses volteando la cara para otro lado frente a la masacre humanitaria que cobra cientos de vidas y que nos está conduciendo al sistema comunista cubano con gran velocidad y por supuesto profundizar la dependencia de Cuba en evidente operación que nos convierte en una provincia de ese país.

Nuevamente se ha desestimulado la acción humanitaria y la intervención militar de paz, como consecuencia, el compromiso internacional con el país se diluye y se eleva de nivel a acuerdos y decisiones negociados entre Rusia y los Estados Unido  dejando de lado un grave problema que representa una invasión tangible de la  fuerza militar cubana y la presencia del ejecito ruso, chino, incluso iraní, quienes llegaron con la excusa de alistar la estructura misilistica y el apoyo a condiciones operacionales bélicas acompañadas con veladas amenazas subjetivas o directas a los Estados Unidos y a Colombia interpretadas como un reto que conduciría a una escala bélica altamente peligrosa donde la irresponsabilidad de un usurpador nos ha convertido en un objetivo militar y dudamos mucho que se entienda objetivamente la gravedad de esta circunstancia.

El rescate de la Democracia, el cese de la usurpación, el logro de la libertad y el ejercicio democrático del poder es el norte para reconstruir a Venezuela a través de una acción planeada basada en la exigencia popular, la acción inteligente de la disidencia, el rescate de la institucionalidad, y el apoyo de la intervención extranjera e imposibilidad de desarticular completamente la fuerza armada nacional quien hace fila protegiendo sus intereses corruptos. Como no se han logrado estos objetivos, habrá otros escenarios para echar al régimen con toda la fuerza necesaria y ciertamente con todas las opciones posibles ya que no hay fuerza diplomática, restricciones económicas y cerco internacional que pueda reducir a corto plazo a un régimen basado en la fuerza bruta integrada por un ejército de composición multipropósito, como son los treinta mil cubanos, la guerrilla colombiana asentada en el país, los milicianos, los policías metropolitanos, colectivos y mercenarios cuya base de sustentación es dependiente de un colonizador extranjero, de los intereses de países no democráticos y del narco terrorismo internacional. Esto requiere una estrategia militar diferente y es lo que está en juego en los escenarios de los países democráticos y serán decididos en gabinetes de gobiernos internacionales

Los compromisos de sumisión ante Cuba como colonizador cuyo objetivo ha sido convertir a Venezuela en provincia de ella;  con el narco tráfico, la dependencia de potencias extranjeras como Rusia, China y otros países extremistas o enemigos de la Democracia han determinado de hecho una ocupación militar aunque eufemísticamente, digan que se trata de ayuda técnica o económica, cuando en realidad han ocupado el territorio con fines de la explotación de los recursos naturales sin medida ni control y han establecido bases militares con armas estratégicas, Este supuesto apoyo fortalecido con un ejército de milicianos, paramilitares, guerrilleros y mercenarios el régimen se considera inderogable y en consecuencia hacen gala de poder represivo, reduccionismo, propaganda, sometimiento popular,  e institucionalmente pretenden acabar con la Asamblea Nacional con actuaciones parciales eliminando cada diputado que pueden hasta arrebatarle el control, y finalmente desaparecerla, con la Fiscalía, con el Tribunal Supremos de Justicia, con las instituciones de la democracia representativa, y con la oposición organizada exterminando el experimento de un gobierno de transición.

Estos factores podrían provocar una brecha que reduzca al régimen y contribuya a su desplazamiento apoyada en una coalición internacional y a las fuerzas internas Ello podría tener consecuencias terribles, primero diplomática y luego, de advertencia final que pudiese terminar en acción militar para terminar con las bases militares cubanas y rusas en territorio venezolano lo cual induciría una situación de alta peligrosidad global. Frente a todo ello, se extrema el desenlace, o el régimen cae como consecuencia de una gran presión popular, de una huelga general acompañada de una reacción de un sector militar que no esté dispuesta a ser sacrificada para defender a un gobierno ilegitimo o simplemente nos someteremos a una conflagración como consecuencia de la reacción internacional cuyas probabilidades crecen exponencialmente.

Todo indica dos extremos del desenlace, o se van del poder los usurpadores, o se mantendrá el terror y la dependencia. Creemos en la primera opción, de ser así, la construcción del Gobierno de Transición no puede detenerse ni quebrar la moral, se  debe continuar con decisión y sin miedo, denunciar a los manipuladores de la política de última generación e instrumentar la formulación del plan de reconstrucción y en materia de elecciones transparentes y necesaria a mediano plazo preparar cuidadosamente a través de personas independientes de alta calificación y conocimiento especializado un trabajo previo conducido por rectores electorales de probada capacidad e independencia, de un registro electoral nuevo que refleje la real estructura demográfica y veracidad de los votantes, de un sistema de control, auditoria y de acompañamiento aséptico internacional preparado en el menor tiempo posible con un basamento institucional plural, libre de prejuicios y de intereses particulares.