The Time of the Trap, de esta manera, Erik Ekval, (+) extraordinario
consultor político, denominaba la estrategia del chavismo de buscar tiempo con
dos propósitos: desgastar a la oposición mediante la táctica de la dilación,
negación, avances, retrocesos, y dejar que pase el tiempo. En segundo lugar,
lograr lo que el tiempo hace con las personas, les diluye la memoria y olvida para
facilitar la impunidad y la trampa electoral.
El llamado madurismo hace igual con la
complicidad de tránsfugas de la política que dando marcha atrás de manera oportunísima
se empatan con el régimen para seguir el juego de la negociación en una táctica
de moldeamiento de la opinión pública y a base de mentiras y cinismo contribuyan al desgaste popular, y eviten
decisiones que impliquen un cambio.
Se ha estimulado dentro de ese entorno salir de la crisis venezolana mediante la
negociación a través de unas “elecciones libres y transparentes”, no a la salida
por intervención humanitaria, y adicionalmente,
lograr un acuerdo para una salida democrática sin violencia. Palabra bonitas
que calzan a la perfección con el lenguaje diplomático y ortodoxo de la
política internacional, menospreciando el efecto de una dictadura que ha provocado
la destrucción económica del país, el derrumbe de los derechos humanos de la
sociedad venezolana, ignorando aun
cuando lo saben qué se trata de negociar
con el terrorismo de estado y el crimen global organizado.
La
trampa está montada, regresan los diputados de la ANC a la AN para la búsqueda
de la diatriba política y dar semejanza a la supuesta apertura democrática;
ablandan la opinión pública con falsas esperanzas. La oposición formal oficial
se hace cómplice o simplemente ratifica su cohabitación y colaboracionismo eterno
y todos van en la dirección de montar las elecciones para el próximo año.
Ya
se habla de un principal acuerdo, nombrar a los miembros de Consejo Nacional
Electoral (CNE), y aparecen personajes dispuestos
a colarse en la renovación de
autoridades electorales y se definen como independientes, pero todos sabemos
que nacieron del chavismo, y uno que otro gatopardo sugerido por la oposición.
Designaciones que tiene todos los vicios de una decisión unilateral acordada entre las partes, violando la Constitución,
la Ley electoral y reglamentos que prevén que los miembros deben tener un
perfil honorable, independiente y otras características y que deben ser
postulados por una serie de organismos incluso de la sociedad civil, También
hacen abstracción de los decisiones del Tribunal Supremo de Justicia Legitimo (TSJL)
quien decretó sentencia contra los miembros del sistema electoral por violaciones
constitucionales y los declaró usurpadores, lo cual significa que previamente
hay que destituir a todos los miembros nacionales y regionales que son muchos y
deben ser sometidos a juicio penal. No
obstante todo ello, se acuerda el
nombramiento de un CNE que nace
frustrado ante la opinión publica que ya sabe como actúa el régimen y la
oposición.
El
régimen comienza a montar la trama electoral empezando con el carnet de la
patria, es decir el registro interesado del oportunismo más claro, la compra de
conciencias por comida y los acostumbrados regalos periódicos asegurando:
huellas dactilares, firmas, cédulas de identidad y el control personal. Se recogen firmas y se
tiene el tupé de informar que disponen de diez millones de firmas “comprobadas”
por el CNE para solicitar la suspensión de medidas anticorrupción adoptadas por
los países democráticos y los llevan a
diferentes instancias con la pretensión frustrada de validar el apoyo al régimen en una acción
de propaganda internacional. Pues bien,
pretenden decir que ya tienen al menos diez millones de votos sin empezar la
campaña electoral.
La
indefinición de la oposición y su ambivalencia entre una elección y la
intervención humanitaria no han cesado
de montar desde el comienzo una campana electoral en beneficio de algunos
candidatos incluyendo el presidente de la Asamblea Nacional complementada con giras electorales por todo
el país. A la fecha, la oposición oficial tiene al menos cuatro candidatos
potenciales que irán al proceso cada uno por su cuenta o con unas primarias e
intentar proyectar la imagen eterna de la unidad,
Por
parte del régimen tendrán que dilucidar si se zafan de una vez por todas de
Maduro o lo llevan como candidato caiga quien caiga, o sacarán de la cartera o la manga a quien mejor convenga, producto de la lucha interna entre el chavismo
originario y el madurismo en trance de muerte o el de la constituyente o a quien
imponga la fuerza armada socialista atendiendo a las recomendaciones de Cuba como
protector de su provincia Venezuela.
La
suerte está echada, la “comunidad internacional” ha derrotado la intervención humanitaria con un discurso de
no agresión ante la denuncia de violación de los derechos humanos y de narco
tráfico, y propician en sus discursos un cambio sin violencia, sin la “odiosa intervención militar”.
El
régimen prepara su proceso electoral continuo y fraudulento, en efecto, parte
con la supuesta ventaja, diez millones de firmas para validar su candidatos, un
registro electoral inflado de 18 millones de electores, pero que en realidad
son trece millones de electores , con cédulas de identidad que tienen la
característica que no son seguras, elaboradas con papel bond, sin sellos ni
factores de seguridad lo que ha permitido al régimen bajo control cubano de emitir cinco millones de cédulas falsas o múltiples.
Adicionalmente, cientos de miles de nuevos votantes son
ignorados en el registro electoral.
En
el sistema electoral, por cierto invalidado por el TSJL mantienen los circuitos electorales donde hay más
de 1500 centros fantasmas ubicados en cualquier parte, muchos de ellos en los
cuarteles, acuérdense de los centros claves y rojas donde siempre “ganara” el régimen
con el 99% de los votos.
La
ventaja para el régimen que estimuló el éxodo es que se han ido del país más de
cuatro millones de votos al exterior, registrarlos en los circuitos electorales
será una tarea casi imposible a corto plazo, las embajadas y consulados se la
pondrán difícil por la logística
involucrada, en consecuencia un mínimo
tres millones no podrán ser acreditados a la oposición.
Con
la estructura regional lista el próximo paso será preservar los integrantes de las mesas los cuales son
los mismos militantes del 2018, con restricciones para los que no son, y como
si fuera poco, el plan república de un ejército que se declaró
públicamente anticonstitucionalmente socialista
es el custodio y garante del sistema. El sistema electrónico no tiene cambios
y esta listo para el cambalache de votos azules por rojos, sin tomar en cuenta la decisión también del
TSJL de ir a elecciones manuales, Todo
eso se olvida. The time of the trap.
La
resultante es que tendremos el próximo año elecciones presidenciales y legislativas como producto
de las negociaciones y de las peticiones hipócritas de conciliar en nombre de
la paz y de la no violencia, pero que en el fondo es por la inmunidad de las
corruptelas, compromisos y repartición del poder.
Con
la debida precaución de un pronóstico, votaran
11 millones de electores sin incluir la
abstención, de los cuales tres millones no podrán hacerlo porque están en el
exterior y solo una proporción muy baja podrá registrarse. Nos quedan 9 millones
de los cuales, tres millones se abstendrán al ver la trampa venir, nos quedan seis, los partidos
aportan a lo sumo solo dos
millones de militantes mas los creyentes que votaran por Juan, Leopoldo o Henry,
en consecuencia se sacaran tres millones contra los cinco que
el madurismo dirá que sacó, por tanto, “ganarán” con trampa nuevamente porque
nada ha cambiado en el sistema electoral, ignorando las decisiones de los
magistrados que tuvieron el honor de declarar el sistema electoral nulo y a Maduro
usurpador que dio pie a un gran movimiento democrático mundial aceptando a un
presidente interino “que se convirtió de
encargado de la presidencia a candidato
presidencial”.
Legitimarán
dichas elecciones y en esas condiciones tendremos
nuevamente un gobierno usurpador y seguirá la fiesta del comunismo instalado en
estos lares, el fortalecimiento de los cubanos que también votaran por que
tienen cédula, de los rusos que estarán felices de tener sus bases militares en
américa, de los chinos que cobraran sus acreencias y burlaran las políticas de
los norteamericanos, de los islamistas que saldrán de Margarita y se dispersarán
por todo el país, buscaran extenderse a
Colombia y Brasil, los narcos tendrán el territorio más grande de producción y
distribución de drogas del mundo y los propietarios
de grandes organizaciones criminales como pretendía Pablo Escobar en Colombia continuar con los
negocios e intentar gobernar un país y al mundo.