sábado, 23 de noviembre de 2019

MANIOBRAS POLITICAS DE ULTIMA GENERACION

 


En Venezuela la dramática situación de crisis continúa profundizándose induciendo la consecuente inestabilidad política, económica, social y laboral, especialmente influida por el colapso de los servicios públicos. Ante tales factores, la mayor parte de la población ha continuado con las protestas de calle y expresiones de insatisfacción en las redes sociales manifestando su resistencia ante tal estado de cosas y esperanzados en un cambio de régimen que permita resolver la situación y el rescate de la democracia.  El régimen sin inhibiciones apela a la fuerza pública, especialmente de paramilitares o colectivos para atacar a las manifestaciones sin miramientos con la fuerza de las armas.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) legitimo ha preparado los protocolos legales para lograr el apoyo internacional a la salida de la crisis y muy especialmente su declaratoria de invalidez del sistema electoral lo cual es el principal argumento usado para dicho apoyo. La designación de un presidente interino fue la conclusión inmediata asociado a un control de una Ley Estatuto de Transición maniatando de inmediato las gestiones del presidente de la Asamblea que asumió la responsabilidad sujeta a una serie de condiciones en línea con los intereses internos de los integrantes de la Asamblea Nacional.

A pesar de estos condicionantes se han logrado satisfacer las exigencias nacionales e internacionales validando institucionalmente cada paso para provocar el cambio de régimen.  A los efectos del caso se ha llamado a la unidad fervientemente, incluso haciendo concesiones políticas bien sean a políticos de vieja data, disidentes o a partidos políticos; muchas de ellos cuestionados por la contaminación de personas de antecedentes dudosos en la gestión que desarrollan y que continúan operando como cooperadores del régimen. Sobre este particular se observan varias tendencias, los que desean el cambio de régimen exigiendo a la Asamblea Nacional que autorice una intervención militar extranjera en Venezuela ordenada por el Tribunal Supremo de Justicia en el exilio a quienes por cierto ignoran o no toman en cuenta no ejecutando las acciones legales sugeridas.  Lo que no se aclara en esta postura es que ingreso de la Ayuda Humanitaria con la ayuda de una coalición de protección militar de paz sustentada en petición administrativa a la AN, basada por lo demás en un artículo de la Constitución, el 187 que sólo habla de “autorizar Misiones Militares” que cooperen con las FANB de Venezuela a quien el TSJ les induce a apoyar esta petición. Postura que no han cumplido, así como la petición de nombrar autoridades electorales e incluso el Consejo de Gobierno. Así mismo han interpretado los artículos 333 y 350 para restablecer el orden democrático y un levantamiento militar seria cumplir un deber constitucional.

Por otro lado, hay quienes desean una salida negociada muy interesada. Este grupo se ha desplegado en organismos internacionales como, por ejemplo, el Grupo de Lima con la articulación de un representante del país, del representante ante la OEA, y de dirigentes de algunos países, entre ellos los que apoyan al régimen usando el concepto de soberanía interesadamente de una “indeseable intervención militar extranjera”. Esta postura es una vulgar manipulación que han ejercido importante influencia internacional expresándose de manera ambigua, ignorando, y desinformando a los venezolanos cuya aspiración es el deseo de un cambio rápido del régimen.  Todos sabemos que la salida negociada sugerida no tendrá resultado con de un régimen usurpador que ha secuestrado a un país, que obedece a las instancias de países alineados con la tiranía, corrupción, peculado, y tráfico de los recursos del país. Por ejemplo, la fórmula que intentó desprenderse de Maduro la cual incluirá incorporar al gobierno de transición entre otros a personajes siniestros de la dictadura como lo son al ministro de la Defensa y el presidente del ilegal Tribunal Supremo de Justicia, ambos usurpadores del cargo en cuestión, así mismo, incorporar a políticos de vieja escuela afectando por carambola al presidente interino en complicidad con algunos miembros de su propio partido.

Nuevamente en la sombra se ha negociado con el Régimen con el apoyo de sectores que actúan detrás de la cortina. La consecuencia la tal operación ha sido supuestamente defenestrar a Maduro como usurpador comprometiendo a sectores militares en la acción. La acción práctica fue abortar dicha negociación a pesar del memorándum firmado por el ministro de la Defensa dando instrucciones de apoyar al gobierno de transición, pero que con una decisión poco honorable se doblegó, cedió o era cómplice de la presión cubana- rusa ordenando mantener al usurpador a como diese lugar en la cabeza del régimen. Lo demás es historia y su efecto, la desesperanza, corriéndose nuevamente la arruga del desenlace esperado de terminar con la dictadura.

El gobierno de Tremp ha sostenido que “todas las opciones están sobre la mesa” cuya estrategia se centra en propósitos disuasivos y el desarrollo de acciones estratégicas, de frenos económicos y presión militar para contribuir con el cambio de régimen. Frente a esa estrategia aparece otra sustentada por países que juegan a la negociación y a supuestas elecciones democráticas sin cambiar el aparato electoral para indirectamente proteger sus propios intereses volteando la cara para otro lado frente a la masacre humanitaria que cobra cientos de vidas y que nos está conduciendo al sistema comunista cubano con gran velocidad y por supuesto profundizar la dependencia de Cuba en evidente operación que nos convierte en una provincia de ese país.

Nuevamente se ha desestimulado la acción humanitaria y la intervención militar de paz, como consecuencia, el compromiso internacional con el país se diluye y se eleva de nivel a acuerdos y decisiones negociados entre Rusia y los Estados Unido  dejando de lado un grave problema que representa una invasión tangible de la  fuerza militar cubana y la presencia del ejecito ruso, chino, incluso iraní, quienes llegaron con la excusa de alistar la estructura misilistica y el apoyo a condiciones operacionales bélicas acompañadas con veladas amenazas subjetivas o directas a los Estados Unidos y a Colombia interpretadas como un reto que conduciría a una escala bélica altamente peligrosa donde la irresponsabilidad de un usurpador nos ha convertido en un objetivo militar y dudamos mucho que se entienda objetivamente la gravedad de esta circunstancia.

El rescate de la Democracia, el cese de la usurpación, el logro de la libertad y el ejercicio democrático del poder es el norte para reconstruir a Venezuela a través de una acción planeada basada en la exigencia popular, la acción inteligente de la disidencia, el rescate de la institucionalidad, y el apoyo de la intervención extranjera e imposibilidad de desarticular completamente la fuerza armada nacional quien hace fila protegiendo sus intereses corruptos. Como no se han logrado estos objetivos, habrá otros escenarios para echar al régimen con toda la fuerza necesaria y ciertamente con todas las opciones posibles ya que no hay fuerza diplomática, restricciones económicas y cerco internacional que pueda reducir a corto plazo a un régimen basado en la fuerza bruta integrada por un ejército de composición multipropósito, como son los treinta mil cubanos, la guerrilla colombiana asentada en el país, los milicianos, los policías metropolitanos, colectivos y mercenarios cuya base de sustentación es dependiente de un colonizador extranjero, de los intereses de países no democráticos y del narco terrorismo internacional. Esto requiere una estrategia militar diferente y es lo que está en juego en los escenarios de los países democráticos y serán decididos en gabinetes de gobiernos internacionales

Los compromisos de sumisión ante Cuba como colonizador cuyo objetivo ha sido convertir a Venezuela en provincia de ella;  con el narco tráfico, la dependencia de potencias extranjeras como Rusia, China y otros países extremistas o enemigos de la Democracia han determinado de hecho una ocupación militar aunque eufemísticamente, digan que se trata de ayuda técnica o económica, cuando en realidad han ocupado el territorio con fines de la explotación de los recursos naturales sin medida ni control y han establecido bases militares con armas estratégicas, Este supuesto apoyo fortalecido con un ejército de milicianos, paramilitares, guerrilleros y mercenarios el régimen se considera inderogable y en consecuencia hacen gala de poder represivo, reduccionismo, propaganda, sometimiento popular,  e institucionalmente pretenden acabar con la Asamblea Nacional con actuaciones parciales eliminando cada diputado que pueden hasta arrebatarle el control, y finalmente desaparecerla, con la Fiscalía, con el Tribunal Supremos de Justicia, con las instituciones de la democracia representativa, y con la oposición organizada exterminando el experimento de un gobierno de transición.

Estos factores podrían provocar una brecha que reduzca al régimen y contribuya a su desplazamiento apoyada en una coalición internacional y a las fuerzas internas Ello podría tener consecuencias terribles, primero diplomática y luego, de advertencia final que pudiese terminar en acción militar para terminar con las bases militares cubanas y rusas en territorio venezolano lo cual induciría una situación de alta peligrosidad global. Frente a todo ello, se extrema el desenlace, o el régimen cae como consecuencia de una gran presión popular, de una huelga general acompañada de una reacción de un sector militar que no esté dispuesta a ser sacrificada para defender a un gobierno ilegitimo o simplemente nos someteremos a una conflagración como consecuencia de la reacción internacional cuyas probabilidades crecen exponencialmente.

Todo indica dos extremos del desenlace, o se van del poder los usurpadores, o se mantendrá el terror y la dependencia. Creemos en la primera opción, de ser así, la construcción del Gobierno de Transición no puede detenerse ni quebrar la moral, se  debe continuar con decisión y sin miedo, denunciar a los manipuladores de la política de última generación e instrumentar la formulación del plan de reconstrucción y en materia de elecciones transparentes y necesaria a mediano plazo preparar cuidadosamente a través de personas independientes de alta calificación y conocimiento especializado un trabajo previo conducido por rectores electorales de probada capacidad e independencia, de un registro electoral nuevo que refleje la real estructura demográfica y veracidad de los votantes, de un sistema de control, auditoria y de acompañamiento aséptico internacional preparado en el menor tiempo posible con un basamento institucional plural, libre de prejuicios y de intereses particulares.

 


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