sábado, 25 de julio de 2020

LIDERAZGO EMERGENTE

Genaro Mosquera


Es una componenda lo que el régimen desea hacer el próximo mes de diciembre junto con la colaboración de algunos “opositores”; realizar elecciones parlamentarias con el deseo de preservar ventajas, no les importa violar la ley electoral para dar legitimidad a este desgobierno, quienes, no solo usan la estructura usurpadora del CNE, se apoyan en un sistema invalidado y en una infraestructura operativa que pone a todos los elementos electorales bajo su control

Es muy grave la componenda del régimen de apropiarse de los símbolos de los partidos tradicionales y la reacción de los dirigentes es declarar públicamente que esa elección es ilegal, que no irán a votar, pero como de costumbre, accionan un efecto dual; es decir, acuerdan subrepticiamente con el régimen nombrar a otros directivos “disidentes” que se apropian de los símbolos y de la organización, para anunciar que van a elecciones, negocian sin rubor quienes irán en las listas de diputados, y tienen la desfachatez de que el que aspire a gobernador o alcalde en un futuro, debe trabajar en estas elecciones para contribuir a disponer de una pléyade de diputados de “oposición”, que sumados a los provenientes de los micro partidos, integrados por tránsfugas de los partidos cómplices y del chavismo, tendrán representación garantizada, obviamente no serán mayoría frente a los diputados del régimen, pero van a formar parte de la Asamblea Nacional, la cual les permitirá la supervivencia política, así como continuar en un escenario marcado por la incompetencia, continuidad  y corrupción.

La gente sabe, que es una componenda, y por supuesto, mayoritariamente no van a ir a un proceso electoral ilegal e inválido que tendrá consecuencias internacionales y quién sabe si en Venezuela. La conclusión es evidente, no se puede ir a una elección invalidada de antemano, que producirá funcionarios usurpadores y sujetos de futuras penalidades judiciales. No valen mesas, mesitas o negociaciones que se hacen a escondidas como todo el mundo también lo sabe, incluso ya se conoce, quiénes van a integrar las listas electorales, y quienes son aquellos que se cambian de partido como de ropa, lo cual no es ninguna sorpresa.

La población venezolana que está en el país, está priorizando su supervivencia y políticamente parece adormecida y resignada, pero como dice el refrán, del agua mansa líbrame Dios, en efecto, hay momentos que fuerzas inesperadas aparecen de manera indetenible, que hasta ahora es detenida por la fuerza de las armas y la restricción de libertades, de controles dictatoriales y la puesta en práctica del librito rojo al someter por hambre, y limitaciones de todo tipo, incluyendo decretos inventadas. Usan la excusa de la pandemia para ocultar su incompetencia en la distribución de los servicios, pero frente a todas esas vicisitudes, el pueblo no se rinde y la procesión anda por dentro, ante la cual, el régimen se siente acosado como fiera enjaulada, pero los deseos de cambio y libertad se harán realidad. Para canalizar esta fuerza contenida y de gran presión, se ha echado mano a dos temas controvertibles, aunque en apariencia parecen metodológicamente correctos, la manoseada unidad nacional o unidad superior o movimiento de movimientos, y la organización de la Sociedad Civil.

En el primer caso, la premisa ha sido, busquemos la unidad, -acuérdense de la Coordinadora Democrática, de la MUD, del G4, etc. -Es evidente que la unidad concebida de esta manera, solo es de un segmento que está en el poder legislativo, único sobreviviente del naufragio de la institucionalidad, la cual fue secuestrada, apropiada y violada, y se hace concubina del poder con el crimen organizado. ¿Cómo puede haber unidad si los personajes que la integran son los mismos de los últimos años, con su oratoria controvertida y aprovechadores de oficio?, muchos de ellos, señalados ya no solo como cómplices sino de aguantadores y beneficiarios ocultos de prebendas indescriptibles, y que ellos creen que la gente no los sabe.

¡Cómo puede haber unidad o movimiento de movimientos?, cuando las fuerzas vivas estratificadas por segmentos, por ejemplo, gremios académicos, militares retirados, micro partidos, organizaciones no gubernamentales, frentes políticos, y disidentes de los partidos tradicionales, se agrupan en pequeños “clusters” para convertirse en salas operacionales, críticas y analistas de gran calidad, pero sus intereses giran alrededor de sus propios objetivos locales o parciales, son divos en su propio ambiente, de gran poder de convencimiento, pero limitado a los márgenes de sus fronteras locales, y no pueden integrarse a otros de similares estructuras por egoísmo, liderazgo, visión ideológica contrapuesta, y muchos motivos adicionales. Es imposible entre los cientos de organizaciones, conciliar tan disímiles objetivos, lo cual, ha sido la desgracia de la dirigencia nacional, es como un pescueceo por sobresalir y sus acciones son totalmente inefectivas.

Si examinamos con algún criterio sus objetivos, planteamientos conceptuales, y opiniones documentadas, se observa una variada estructura política, importante y realista en el diagnóstico, muy mala en la acción. Como consecuencia, surgen llamados para la organización de la sociedad que es como hacer una cobija de retazos, cuya estética y utilidad es inútil; en el fondo aparece un factor común: fuera el usurpador y su sistema corrompido, es decir, el objetivo  central es el de reemplazar al régimen que es la fuente de la pérdida de la democracia, por ende de la libertad  y que está aliado a la rapiña de los invasores de otras fronteras, que llegaron como vulgares dueños  del patio, con una visión depredadora nunca vista como una invasión de bárbaros. Pues bien, ese factor común es lo único que nos une, la pregunta clave es, ¿quién asume el liderazgo?

El liderazgo en Venezuela bajo las condiciones actuales, no puede estar en manos de quien legisla, con su carga de complicidad o no, con errores o virtudes, o incluso con la derivación constitucional de ejercer el poder de la transición. Su actuación se desligó ya hace tiempo del sentir popular, son vistos con chocancia, arrogantes, ricos, habladores, y fanfarrones por decir lo menos, y asociados a la corrupción. Ellos siguen con su juego y la historia los condenará o absolverá, pero no pueden formar parte de un gobierno de transición. Tampoco puede estar en manos de chavistas arrepentidos, quienes han sido los responsables de este desbarajuste, también se enriquecieron y han sido hábiles en ocultar sus ganancias, y como mosquitas muertas se esconden y ahora piden su parte como representantes de un sector democrático de la sociedad, cuando en realidad fueron golpistas y son responsables de robos y de muertes. Entendemos la caridad cristiana de la conciencia y el prurito democrático exagerado que solicita que los libre de culpas, y de que aquí no ha pasado nada. Esa visión es intolerable, no es una cuestión de venganza por los daños infringidos, no es un ojo por ojo, es que están inhabilitados por gobernar, su responsabilidad debe ser puesta de manifiesto con justicia, pero sin debilidades.

La sociedad civil, debe organizarse alrededor de aquellos venezolanos que tienen la competencia para ello. El individuo como líder se mide por su capacidad de trabajo, probidad, conocimiento y experiencia, no importa cuántos años tenga. Además, el liderazgo tiene que tener apoyo popular, claro que muchos lo tienen y gozan del respeto, pero ¿quién los mide?, una encuesta, su influencia en las redes sociales, una consulta popular electoral, pero ¿dónde está el tiempo? En diciembre se acaba la fiesta, como se traduce este esquema en la línea del tiempo, la descomposición y estructuración de los registros y los métodos de procesamiento transparentes.

Ante la situación del país y la desesperación popular, los que se atrevan, deben encabezar un movimiento popular de líderes emergentes, que ejerzan la ciudadanía y la acción necesaria. El que tenga rabo de paja, se sabrá y serán apartados, este país aparentemente es grande, pero todos saben quién es quién. Los que se sientan verdaderos patriotas y líderes naturales, deben asumir la responsabilidad hasta su legitimación popular. Deben integrar el Consejo de Gobierno de Emergencia Nacional, función que se asume, no se decreta. Si esperamos que la Asamblea Nacional, o un grupo cuyas iniciativas así lo considere y los proponga o confirme, o que un referéndum lo haga, eso nunca va a ocurrir. Si hacemos una consulta popular, su logística compleja nos ubica en el futuro y será inútil ante los hechos. ¿Cómo se logra el asunto?, mediante compromisos serios, acuerdos sinceros, pactos claros de desprendimiento político y de reconocimiento internacional, y claro está no incluyendo a quienes van a torpedear la emergencia, que usan el concepto de unidad interesadamente.

El balance y contrapeso político del grupo emergente es el Consejo de Estado, integrado con las bases constitucionales, donde muchos líderes tendrán la debida actuación y protagonismo. La validación de este gobierno de emergencia, tiene a su vez estrategias secundarias al desalojo del usurpador, hacer gobierno, tener la representación y apoyo internacional, sin pruritos, usando sin discreción la ayuda armada frente a delincuentes de manera proactiva natural y jurídica, para más tarde, validar sus actuaciones, presentación de cuentas clarísimas.

A propósito de las consultas de validación, plebiscitos o referendos, implican el divorcio con los métodos del CNE y un registro de votantes invalido, es necesario el desarrollo de nuevos métodos de identificación. Millones de venezolanos no aparecen en los registros, la actualización es un procedimiento viciado, y los que han migrado están en una situación precaria, incluso con limitaciones legales donde cientos de miles tienen vencidos sus documentos de identificación y visas con problemas de renovación los cuales están basados en el sistema nacional de identificación en manos cubanas, Un proceso electoral limpio requiere la necesaria demostración de ser venezolano y un método muy claro de estructuración de la base de datos real y correcta..

Todo tiene su tiempo, concentrémonos en lo prioritario que es que se asuma el liderazgo emergente sin demora, y dejemos en alguna medida la formalidad para cuando llegue la hora de darnos en buena lid una vida democrática y dispongamos de un sistema electoral limpio, transparente y un sistema de votación adecuado.

Julio 2020.-


sábado, 18 de julio de 2020

LAS SIETE PLAGAS

Genaro Mosquera

En este espantoso año, a Venezuela le han caído las siete plagas: hiperinflación, destrucción de la producción, pérdida de empleo, invasión cubana, corrupción, éxodo y pandemia. Todas ellas han empobrecido a la población, limitado los derechos humanos y entregado el país al crimen organizado.

Todas estas calamidades han impactado la vida del venezolano, dejándolo sin trabajo, educación, salud y libertad. Por supuesto que todas las plagas juntas dejan al más pintado fuera de control y expuesto a la depresión o al menos a la abulia generalizada para luchar contra cualquiera de esos flagelos.

Sacudirse de los efectos mencionados requiere voluntad de cambio y la ayuda de dirigentes que puedan conducir al pueblo a librarse de tales males, pero desgraciadamente, esa dirigencia provista de los más importantes apoyos iniciales de la población y de los más significativos enclaves internacionales han sido tirados por la borda por incapacidad, colaboración con los provocadores del mal, cohabitación con el sistema, bajo la premisa de leyes y reglamentos que funcionan solo en una dirección, y la búsqueda de arreglos con un régimen que no solo se burla de ellos, los manipula, compra y reduce, sometiéndolos a sus designios, amarrados a la esperanza de sobrevivir como funcionarios públicos, y caer en el reparto financiero que los ha visto transformarse en poderosos y adinerados personajes los cuales hacen gala de su altanería y prepotencia públicamente.

Negociaciones secretas y turbias de la oposición con el chavismo han sido conducidas hábilmente. Dispuestos a la simulación democrática a cambio de cargos y canonjías en la Asamblea Nacional, han aceptado inscribir sus nombres en las listas de candidatos siempre y cuando tomen en cuenta que mientras exista el Alto Mando Militar antiimperialista, revolucionario y socialista nunca podrán ejercer el real poder político en el país. Estos acuerdos explican muchas cosas en los avatares de las elecciones parlamentarias.

Hemos visto también que la nueva generación de esa dirigencia incluida en dichas negociaciones pasó por las aulas universitarias generalmente de manera precaria y desplegó un discurso altisonante que la hizo proyectarse como dirigentes universitarios, y luego saltó sin experiencia alguna a otros niveles públicos, entre ellos, la Asamblea Nacional y alcaldías. Más recientemente en la diplomacia internacional, sin tener la menor idea de cómo desempeñarse en esas instancias, pero que les proporcionó la tribuna necesaria para sentirse sabihondos, con un discurso florido, vacío y listos para caer en las corruptelas, y hacer lo necesario para repeler cualquier ayuda profesional o política en una suerte de comportamiento arrogante de un liderazgo inexistente.

A esta altura, cómo librarse de dicha plaga si no tenemos contraparte en una dirigencia que tiene un diálogo hipócrita con las fuerzas democráticas internacionales, los cuales desean un cambio en el sistema venezolano porque realmente los perjudica en su seguridad nacional, y en el futuro de la democracia continental. Esa dirigencia no deja gobernar a su representante que ha sido producto de la ilegitimidad oficial demostrada en una elecciones invalidadas, y que se basó en la interpretación adecuada de la violación de la Constitución que permitió invalidar la elección presidencial y algunos de ellos ahora piden elecciones parlamentarias obviando que se ha desconocido la ilegitimidad de quienes la organizan, reales  usurpadores, violadores de la Constitución, los cuales son rechazados por los países democráticos, en consecuencia, ¿cómo pueden pedir elecciones sin violar ellos mismos la ley electoral y la Constitución, es decir, son cómplices del régimen y potenciales reos a corto  plazo.

Existe una reserva moral, preparada, experimentada y profesional que necesita tomar la posta para la defensa de la democracia y de la libertad en Venezuela, la cual ha sido rechazada persistentemente por el statu quo de la oposición oficial que no ha hecho lo que tenía que hacer en beneficio de su pueblo.

La estrategia del régimen es inmisericorde, avanza en  todas sus modalidades, encarcela y amenaza militarmente a la oposición de que nunca más podrán acceder a la responsabilidad de administrar al país, y el régimen frente a la usurpación, restricciones económicas y sociales, solo se preocupa de mantener una apariencia mentirosa de democracia social aliada a los intereses del crimen internacional y de países explotadores que solo desean poner un pie en América para reventar las democracias, invadir con sus armas,  tecnologías y sus mercenarios al territorio venezolano y extraer sin límites sus recursos, apoderarse de instituciones y empresas cual vulgares conquistadores de todo un país.

Para lograr la apariencia anotada, su poder, producto no de las armas guerrilleras, sino de un sistema de votación corrompido y no reconocido, planifica celebrar las elecciones parlamentarias para así apoderarse del último reducto parcialmente democrático y,  preservar su estructura viciosa, nombra a sus acólitos para dirigirlo, preparan una pantomima electoral y someten a sus colaboradores a sus rediles, y  a una serie de micropartidos creados  para simular oposición reforzando esa estrategia con los partidos tradicionales a los cuales secuestran con militantes a efectos a ellos, o los transforma en cómplices. Como titiriteros montan un teatro o pantomima, para pregonar que los partidos tradicionales fueron voluntariamente a elecciones y tendrán una representación en la Asamblea Nacional, obviamente minoritaria.

En diciembre de este año pregonarán que son legítimos, que su poder emana de elecciones transparentes, y que son producto de la práctica democrática. Se estabilizarán frente a los países que no los apoyaron y estos, seguramente, darán marcha atrás como consecuencia de que los venezolanos han elegido su destino fatal.

Veremos entonces a los venezolanos en las cafeterías del exterior soñando con tumbar un gobierno comunista, y pasarán años como los cubanos del norte, añorando tiempos idos y que por supuesto no pudieron resolver esperando que otros lo hicieran. Se diluirán en la línea del tiempo, incluyendo a sus descendientes que incluso ya perdieron el interés por el terruño, e incluso, ya les fastidia hablar de su país, usar el idioma castellano y claramente se están transculturizando. Eso es lo que nos espera ante la tozudez de la dirigencia, de preservar sus propios intereses y del egoísmo que los ciega totalmente y la distancia de los problemas populares.

Pero sí hay opciones, llegó la hora de nuclearse alrededor del objetivo de sacar a los secuestradores del poder, expulsar a los invasores, echar a los cómplices, mediante un nuevo liderazgo emergente que será guía superior de la libertad y la democratización. Llegó la hora de que lideres experimentados y reconocidos, nacionales e internacionales, que los hay por docenas, se agrupen y constituyan un gobierno de emergencia, y no vengan con el cuento de que quién los eligió; en realidad los elige su influencia, responsabilidad ciudadana y el amor a su país. Ese gobierno transitorio será el nuevo interlocutor ante las fuerzas de la coalición internacional, que nos concretará la ayuda humanitaria sustentada en gente que sí quiere el cambio, que tiene un ejército civil desparramado interna y externamente bajo la dirección de quien sí sabe de seguridad, y todos lograremos la ayuda al pueblo para sacudirse las siete plagas, instalar un gobierno democrático y restablecer su orden en todos sus aspectos.

Dejémonos de exquisiteces legales, el venezolano es de por sí democrático, tiene valores escondidos y, lógicamente, desea que su dirigencia sea elegida por un sistema que valide esa representación. Ello se consigue en unas elecciones libres y democráticas, no en medio de la destrucción y de la plaga. Con esas condiciones no se pueden elegir a dirigentes a través de la precariedad de las redes sociales, ni con encuestas o elecciones prefabricados, no seamos inocentes ante la gravedad y la urgencia, si queremos país, debemos sacudir a los que no pudieron o no quisieron, asumir la posta con vigor y valor, se deben llamar a los más competentes, dar soporte a la colisión militar que no les interesa solamente un país, sino el continente y su sistema democrático. No nos van a hacer el trabajo, tenemos que hacerlo nosotros con su ayuda dentro de los límites de la geopolítica internacional.

El liderazgo emergente, integrado por líderes de verdad que todos conocemos, de trayectoria y probidad, deben asumir su responsabilidad, no se pueden seguir manteniendo posiciones egoístas, sino por el contrario, autoconvocarse y asumir la dirección de un país que está en otras manos, no venezolanas, sino aliadas a los intereses bastardos de la corrupción, hacer frente a una fuerza militar que hay que purgar y deslastrase de los bandidos fabricantes de los males que asolan como langosta todo el territorio nacional. Nadie debe preservar sus intereses, sino a través de una entidad superior cuyo obejtivo y dirección es la libertad y la democracia de Venezuela.

 


sábado, 11 de julio de 2020

TIC TAC

Genaro Mosquera



Reiterar sobre un tema tan trillado y coyuntural como lo es el de las elecciones parlamentarias, no es cómodo, pero es absolutamente necesario insistir, puesto que con este planteamiento se juega el destino de Venezuela en los próximos meses.

Queda muy poco tiempo, el presidente interino tiene hasta el mes de noviembre para formar gobierno, deslastrarse de la Asamblea Nacional y del Estatuto que limita sus funciones, presentar cuentas claras sobre la ayuda humanitaria recibida, y designar a un nuevo liderazgo el cual debería ser representado por un grupo de personalidades independientes, probas, experimentadas y conocidas nacional e internacionalmente para formar un Consejo de Gobierno, designar igualmente a expertos en las carteras más importantes de un gobierno, e igualmente, estimular la creación de unidades regionales, municipales y vecinales para apoyar su gestión.

De no hacerlo, pasará lamentablemente a la historia por no haber cubierto las expectativas, y por el manejo ineficiente del mantra de:  cese de la usurpación, gobierno de emergencia y elecciones libres. Como consecuencia de esa indecisión, el régimen realizará elecciones parlamentarias fraudulentas, y pregonará la elección de la mayoría comunista en el parlamento y difundirá que se ha elegido a una Asamblea Nacional “democráticamente,” que es un poder legítimo, y en consecuencia, impondrá la continuidad del régimen investido falsamente del manto de “legítimo y democrático”, apalancando el poder del régimen socialista por muchos años más, emulando así a los chulos cubanos. Se perderá la Republica una vez más.

La memoria y la inconsistencia política, es generalmente corta, se olvida fácilmente como consecuencia de que ya el sistema no es relevante frente a las necesidades diarias de sobrevivir, se pierde el interés por el  cambio  de régimen ya que al venezolano no les importa sino lograr adecuarse a nuevas realidades, en cuyo caso, favorecen indirectamente  la manipulación del régimen, o el interés de las partes de sacar provecho y mantener el poder dentro de un entorno absolutamente egoísta e incluso antipatriótico. He ahí una paradoja social del comportamiento que se debe tener presente en un entorno de cambio, que subjetivamente ha dejado de interesar frente a las realidades impuestas por el régimen.

La respuesta social se limita a rogar por un cambio, aspirando sin comprometerse a que, por obra y gracia de alguien, se le resuelvan sus problemas, y que ello, conduzca a la recuperación de su libertad. Fácilmente se anotan con la dirigencia política más circunstancial, pero ante la inacción y los errores, los demuele públicamente, adversan y finalmente, los acusan de un comportamiento cómplice con el régimen. Sin embargo, el venezolano ha hecho de todo frente a las circunstancias adversas; paros, protestas, ha puesto su vida en juego, los han depredado, encarcelado, perseguido, echado del país, y sometido; pero hemos fracasado en desplazar al modelo político depredador.

Íntimamente, deseamos un cambio a como dé lugar, y se ha comprado parcialmente el mensaje de que la cosa puede cambiar mediante elecciones democráticas y transparentes, porque, además, somos mayoría, olvidando la precariedad del sistema electoral, y ni siquiera se dan cuenta de la debilidad electoral por la ausencia de más de tres millones de votantes que se han ido del país, y que será imposible incorporarlos a ese proceso electoral, aparte del  desconocimiento de las elecciones de los gobiernos democráticos del mundo.

Ante un asunto  tan complejo, el país ha caído en las peores condiciones de vida conocidas, ausencia de servicios y el deterioro de la calidad de vida a niveles nunca visto, con una pandemia que nos arrincona y acaba sin asistencia de tipo alguno, donde las cifras de infectados no revelan la verdad, los fallecidos alcanzan niveles que exceden a la de otros países, y donde el crimen supera a las muertes por la enfermedad,  incluso superan la de algunos países, al llegar a setenta y cinco muertes por cada cien mil habitantes, contra cinco de los mexicanos, sumado a los suicidios, que llegan a veintiún personas por cada cien mil habitantes. El comportamiento ciudadano se sume en una abulia preocupante que no activa la sinergia necesaria para el cambio de régimen que nos acogota y empobrece.

Sin importar el efecto de las acusaciones de corrupción e ilegalidades cometidas, el régimen ha diseñado su propia estrategia para mantenerse en el poder; primero, mediante el uso y abuso de la fuerza militar, sostén claro del régimen que se ha declarado comunista y chavista, y que no dará oportunidad alguna a la oposición de ser poder político en la vida,  que ninguna organización, institución o sociedad los podrá reemplazar, y como parte de esa actitud, planifica un mecanismo electoral caracterizado por una violación constitucional conducente a lavar la cara como estado usurpador, y aparentar ser legitimo en su desempeño.

El régimen ha preparado las elecciones parlamentarias con doble propósito, controlar el poder legislativo dentro de su estrategia de eliminar la separación de los poderes, hacer unas elecciones con trazos “democráticos”, y validarse o legitimarse ante el mundo, e irradiar a los cuatro vientos que es un “gobierno socialista democrático”, que es constitucionalmente electo y que su validez es soberana.

Esa estrategia, además está centrada en dividir a los  partidos y entregar su dirigencia a colaboradores dentro de esos partidos, porque ellos con su nombre propio y simbología, van a participar en elecciones conjuntamente con docenas de partidos, creados por el propio régimen, para dar la sensación de pluralidad, y finalmente, inducir la elección de parlamentarios asociados al régimen, lo cual  determinará el definitivo control  de la Asamblea, y terminar con la única entidad institucional formal de los poderes públicos legítimos.

Esta acción, significa la desaparición definitiva de la democracia tal como la concebimos, se afianzarán como un “gobierno democrático”, fortaleciendo las alianzas con el crimen organizado, para continuar con el enriquecimiento ilícito, y la desestabilización de las democracias del continente, en un afán expansionista y de control del   poder global.

Participar y promover las elecciones parlamentarias es ilegal, y quien lo haga, debe de estar claro que se hace cómplice de violación de la Constitución y de las Leyes, y tendrá la connotación de delincuente funcional.

No se puede olvidar que la Asamblea Nacional nombró ajustada a derecho a un Tribunal Supremo de Justicia legítimamente concebido, y que, además, puso en práctica un procedimiento basado en el artículo 233 de la Constitución Nacional contra la elección presidencial del año 2018. Después de un trabajo exhaustivo y la verificación de las pruebas de fraude, sentenció e invalidó las elecciones presidenciales, anuló al sistema electoral, eliminó el sistema electrónico del voto, y recomendó procesar penalmente a las autoridades electorales, nacionales y regionales, declaró usurpador al capo mayor y lo sentencio con cárcel. ¿Cómo se puede ignorar esta importante y valiente acción de los magistrados en el exilio sujetos a persecución?

Como todo mundo sabe, los países democráticos aceptaron estas sentencias, y apoyaron la resultante constitucional de que el presidente de la Asamblea Nacional fuese el presidente interino, que cesara la usurpación, y se instalara un gobierno de emergencia hasta que se hicieran elecciones verdaderamente democráticas.

Lamentablemente la Asamblea Nacional no ha procedido en consecuencia, no abrió los procedimientos necesarios para procesar a las autoridades usurpadoras, llevarlos a juicio penal, solicitar el cese de sus funciones y mucho menos ha solicitado el apoyo para favorecer las acciones de cambio del sistema político y el sometimiento a derecho de sus dirigentes, y tampoco efectuó la solicitud de ayuda humanitaria efectiva, a través de la acción de una coalición de fuerzas internacionales.

Apenas hace unas horas, el Tribunal Supremo de Justicia, solicitó a la Interpol, en base a la Convención de Palermo, someter a los personeros principales del régimen a una “alerta roja” para su detención inmediata; lo hizo público, y cumplió con sus funciones y la ley. Sin embargo, no hay pronunciamientos al respecto por parte de la Asamblea Nacional, quien solo ha dejado pasar el tiempo, y ahora, parte de esa cámara se asocia a la predica de ir a elecciones parlamentarias, e indirectamente apoyar la convalidación de un régimen ilegal y usurpador.

La decisión de ir a una elección es ciudadana, pero sin caer en la complicidad como consecuencia que el proceso convocado es ilegal; es absolutamente correcto no convalidar e ir un proceso electoral pervertido y dirigido por delincuentes tramposos, por tanto, se debe resistir, organizar y enlazar las aspiraciones de cambio y de libertad, con los líderes natos del país, y llevar a cabo la debida reacción que catalice el cambio.

La conclusión es evidente, no se puede sobre la base ilusa de una mayoría electoral, que está por verse, basada en un sistema manipulado por un régimen que no obedece a un sistema judicial pulcro, pretender ir a unas elecciones parlamentarias que le permitirá al régimen legitimarse y actuar libremente en el futuro como un gobierno socialista, favorecedor del sometimiento y humillación popular, y destructor de la libertad en todos sus rasgos democráticos, y coadyuvando políticas restrictivas y de aprovechamiento de países anti democráticos como lo hace Cuba desde hace más de sesenta años, quienes se han dado el lujo de convertir a Venezuela en una provincia cubana.

Julio, 2020.-


sábado, 4 de julio de 2020

LA MENTIRA Y SUS EFECTOS

Genaro Mosquera



Una mentira repetida se convierte relativamente en verdad, pero inevitablemente su comprobación pone de manifiesto que ella puede ser usada con fines no éticos mediante la manipulación, su resultado es el engaño sistemático con el fin de lograr un propósito determinado. La ciencia aporta métodos para ponerla al descubierto mediante diversas herramientas, algunas mejores que otras.Tomando como referencia estudios emergentes usando modelos estadísticos en el comportamiento de un hecho  secular en particular o el de la naturaleza  que tiene comportamientos fractales debido al proceso “rugoso “en el lenguaje de Mandelbrot– o bien, fenómenos que se autoreplican como los proceso de reproducción orgánica, nos acercan a una mejor comprensión de la mentira y de sus efectos en particular.

 Estudios realizados por prestigiosas universidades han usado los métodos mencionados en relación a la pandemia del virus chino y han formulado estimaciones suficientemente confiables, con sus resultados observamos que en los principales países del continente americano, la pandemia a la fecha, ha contaminado a más de 10 millones de personas y el porcentaje medio ponderado de fallecidos sobre los infectados es de un 4,9%; en Colombia hay 92 mil infectados con un 3,4 % de fallecidos , en Ecuador se reportan a 55 mil infectados, de los cuales, el 8% ha fallecido, pero en Venezuela, de acuerdo a las declaraciones del régimen, solo han reportado 5.300 infectados con un porcentaje de 0,83 de fallecidos, lo cual significa que el 0,0002%  de la población se ha infectado, datos que se apartan significativamente de la media global, donde en los países de América que oscilan entre 0.007 y 0,009%, lo cual revela la total inconsistencia del comportamiento de los efectos del virus.

 Estos resultados revelan que en Venezuela los datos no son consistentes, ni parecidos con los países más cercanos y mucho menos del resto del mundo, es decir, sus resultados no son confiables, luego el régimen miente y su declaración propagandista de que dispone del “mejor sistema de protección de la salud de América Latina” es falsa. Haciendo una  estimación  de correlación múltiple entre las variables mas representativas, en Venezuela no deben de haber menos de 100 mil infectados de conavirus19, de los cuales,  mínimo han fallecido no menos de un 3 a 5% de los contagiados, lo cual pone  en evidencia empírica la gravedad de la situación. Conociendo la precariedad de los centros de salud, las fallas de los servicios; la ausencia de medicamentos, atención médica y la quiebra del sistema hospitalario, no cabe duda que se producen cada vez más muertes las cuales se ocultan hábilmente, y tendrá un mpacto considerable en los próximos meses cuya previsión hace pensar en una situación extrema y dramática para la población. 

El régimen oculta información, confinan a las personas más allá de lo razonable, no les interesa la ausencia de comida, combustible, y de los servicios para ejercer un completo control social de la gente, cualquier protesta es reprimida, encarcela, o coharta, con esas maniobras, espera evitar que la población se amotine y consecuentemente los haga perder la estabilidad y el poder de su pretendido y decadente gobierno.

Otro efecto que ilustra la mentira, es la inexistencia de estadísticas confiables  de población, mortalidad, morbilidad, movilidad, y de la  distribución poblacional  regional; todo ha sido expresamente planeado por los cubanos verdaderos autores que manipulan la información con el fin de acomodar los circuitos electorales para inflarlos con datos falsos, incrementar el número de diputados a elegir, desaparecer electores, votar de manera virtual con votantes inexistentes y producir una tabulación desequilibrada la cual es falseada electrónicamente. (Recomiendo ver el documental de HBO Kill of Chain, ilustrativo de como engañar y hacer fraude electrónico”. La ciencia se ha ocupado de demostrar que los sistemas informáticos son controlables y perfectamente intervenidos, de tal manera, que el sistema es inservible por no ser confiable y le permite al régimen mantener el poder fraudulentamente dentro de un supuesto esquema democrático.

Como se demostró, y -siento mucho orgullo por ello-, organismos legitimos, sometieron los recaudos a validación y verificación. Finalmente, sentenciaron la invalidez del sistema y la usurpación de los poderes, en otras palabras, las mentiras fueron develadas. Lamentablemente quien debería apoyarlo y ejecutarlo no lo ha hecho, ni ha cambiado la estructura del sistema electoral, razón por la cual, continúan facilitando su propia destrucción institucional, y propician validar la legitimidad del régimen. En este sentido, se prepara una elección parlamentaria sobre la base de la mentira. Pregona y publicita ir a elecciones sobre otra mentira consistente en que ganaremos cualquier elección porque somos mayoría, ingenuidad alimentada por afirmaciones entreguistas de colaboradores que pacataron con el régimen en las anteriores elecciones parlamentarias, y de otros, con pasado chavista, sin moral para afirmar que se ha satanizado el voto por mucho tiempo, lo que en realidad hacen, es facilitar la legitimacion de la dictadura.

Un factor adicional, es el éxodo de la poblacion causando impacto social inverso, compitiendo por los servicios de salud, educación y trabajo; creando problemas de seguridad nacional a los receptores y caos social agravado por una pandemia que ya dura un cuatrimestre la cual actúa directamente sobre la mayoría de los inmigrantes, desvensijados y dejándolos sin trabajo, en consecuencia, sin ingresos, especialmente a la mayoría emprendedora provocando incertidumbre, hambre y desestabilización familiar. Los países actúan a la defensiva dando prioridad a sus naturales y la ayuda humanitaria no llega de manera adecuada.

Sobre un individuo promedio comienza a manifestarse otro problema relativo  a la permanencia en los países receptores,  bien sea refugiado, o visitante, que en su mayoria está en situación de indefensión agravada por el vencimiento de pasaportes y visas; acrecentado por los que fuimos retenidos en lugares de tránsito y confinados en ambientes inadecuados, provocando el cierre de fronteras lo cual no permite la movilización y, en consecuencia, la manutención adecuada en lugares extraños, se agotan los recursos, la incertidumbre se une a la ansiedad e inestabilidad; aparece entonces la gran mentira de la ayuda humanitaria, la cual se maneja de manera irregular, se asigna a países receptores y a instituciones sin procedimientos claros, o simplemente insuficientes y las promesas se hacen mentiras.

En Venezuela nadie sabe cómo se maneja la ayuda humanitaria, bien sea en especies o en recursos financieros, no existe manera de saber su empleo y costo, mienten descaradamente sobre la aplicación de los mismos, presumiendo corrupcuión. No puede ser posible que esa ayuda directa no permita que las embajadas y consulados, puedan ayudar a sus congéneres, faciliten la renovación pasaportes, o visas de permanencia, ayudas económicas, o de cualquier otra petición humanitaria y no se tengan respuestas sino excusas que se convierten sistemáticamente en engaño, sin importarles dejar en el limbo a millares de personas. El gobierno interino, voltea la cara a otro lado, y el régimen con cinismo nos trata como traidores.

Otra gran mentira es la unidad superior de la oposición; los expertos, ingenuos o sabios preparan esquemas organizacionales en búsqueda de la democracia, pero asientan su aspiracion en un sistema inadecuado, pretenden lograr un cambio e integración de un liderazgo a través del segmento privilegiadp de lideres del teclado. Las organizaciones mutaron a formas más elaboradas y se requieren nuevas estructuras establecidas con habilidad profesional que giren alrededor de objetivos muy específicos para intentar desplazar del poder a la tiranía.  Sus iniciativas obstruyen a líderes experimentados, probos y con conocimiento de causa, hábiles y valientes, los hay por cientos, pero quieren validar un liderazgo de papel con métodos burocráticos y usan como recursos la mentira para ocultar su ausencia de visión.

Los líderes naturales deben asumir la dirección del país, luchar con todo lo disponible y apoyarse en la verdad, en el soporte internacional que procura lo necesario, y requiere presencia criolla responsable en los procesos y no, a través de una elección chimba. Es necesario reediatar la protesta generalizada. No demos clemencia al corrupto, fuera los gatopardos; los líderes de barro deben ser apartados inmisericordemente de los poderes públicos, ya basta de mentiras y los que dicen que ya no pertenecen al régimen, pero tienen antecedentes cuestionables.

Recuperemos la ética, libertad y democracia; echemos a los invasores haciendo desde ya incompatible su coexistencia con nosotros, con acciones contra al usurpador y secuestrador usando los valores de la democracia como fuerza social avasallante enmarcado en los objetivos nacionales, que sea conducida por una dirigencia autentica, apoyada en el sistema militar multilateral con la presencia nacional de miles de militares y de patriotas valientes dispuestos al rescate de la libertad de nuestro pais insolentemente invadido por fuerzas depredadoras extrañas y la complicidad del crimen organizado.

Julio, 2020.-