Dr. Genaro Mosquera Castellanos
ANTECEDENTES
Por muchos años, se ha denunciado de manera
documentada las irregularidades del sistema electoral venezolano elemento
clave, aunque no excluyente de un sistema democrático. Es así que en el año
2006 en un estudio sobre el Sistema Electoral decíamos: “…El sistema electoral
venezolano tiene una serie de debilidades que crearon un escenario de
incertidumbre y generaron una falta de confianza en el mismo”. Para el año 2009, se suprimió el sistema de
representación proporcional que provocaría que el bloque político oficialista
acumulara menos de la mitad de los votos, controlaría la Asamblea Nacional.
Quedó claro para aquel entonces que el oficialismo se quedaría con la mayoría
de los diputados, es decir, que a pesar que la oposición ganó las elecciones
con el 51,88% de los votos y el régimen obtuvo el 48,12%, el número de curules
favoreció al gobierno con 98 diputados (59,39%) frente a 67 diputados de la
oposición (40,61%).
Durante la elección presidencial del año 2013 sin lugar a dudas dentro de la estrategia oficial de fraude electoral sistemático y continúo sustentado en la ausencia de ningún tipo de valores éticos, a través de su organismo ejecutor el CNE no dudó en manipular los resultados para preservar el poder por el poder, Ello fue la confirmación que sería imposible ganar las elecciones presidenciales aun teniendo la oposición una mayoría de los votantes a su favor. Ante este panorama, el liderazgo de la oposición de alguna manera, tímida, por cierto, asumió que el Fraude fue real, pero despreció una emergente fuerza popular de cambio lo cual creó decepción de los votantes ante la imposibilidad de un cambio por la vía democrática.
Para el 2015 las elecciones parlamentarias inscritas dentro de los mismos parámetros electorales se desarrollaron en un entorno hostil, donde la población fue sujeta a la mentira sistemática a través del control de los medios de comunicación, de represión que ha condujo a la cárcel o al exilio a importante cantidad de personas que abiertamente enfrentaron al régimen, a limitaciones impuestas como consecuencia de la implantación de un modelo económico de corte comunista resultante en una significativa disminución de su calidad de vida frente al problema de la, hiperinflación, el caos financiero, la corrupción y el desbarajuste de las estructura económica,. Lo que no se pudo prever fácilmente fue que el impacto producto de la política oficial y de sus consecuencias produjo tal repudio popular de gran en una magnitud tal que la maniobra fraudulenta no se pudo instrumentar frente a la avalancha de votos y como consecuencia se produjo el triunfo electoral que llevaría a la oposición al control relativo de la Asamblea Nacional hasta que la maniobra oficial apoyada en los poderes del Estado en manos totalmente inescrupulosas terminaron en la práctica con los resultados conocidos de neutralizar a la Asamblea Nacional dejándola al garete para llevar a cabo el mandato popular.
HECHOS Y CIRCUNSTANCIAS
Entendemos que la MUD actúa como un partido
político conformado por una confederación de grupos marginales, que actuando
bajo premisas unitarias desarrolló y aún lo hace mediante una acción política
de los partidos de mayor tradición popular los cuales se jerarquizan en las
decisiones atendiendo a los resultados electorales asumiendo de hecho un cierto
liderazgo, donde los pequeños componentes políticos no tienen mayor
trascendencia en las decisiones. De cualquier forma, fijaron para el gran
público un objetivo macro, “el cambio de modelo de gobierno” con el objeto de
ir desplazando al presidente Maduro apoyado sus acciones en la potencial
mayoría de 112 diputados en la Asamblea Nacional. De hecho, en esas acciones,
se descartó la Asamblea Nacional Constituyente como fórmula, a pesar de
disponer en potencia de las dos terceras partes debido que con ello se acababa
con los poderes constituidos incluyendo a la Asamblea. En efecto, y como
contraparte, apareció el concepto de Enmienda Constitucional para reducir el
mandato presidencial a cuatro años. Obviamente el TSJ como poder supra y brazo
ejecutor del Ejecutivo lo declara anticonstitucional. Aparece la fórmula de
Referendo Revocatorio (RR), y alternativas tales como: Renuncia, Nacionalidad
Colombiana, Abandono del Cargo y, por último, el Juicio Político.
Se convoca el 1 de septiembre, la gran Toma de Caracas, todo un éxito sin precedentes, una especie de movimiento de movimientos desorganizada, ambientada en discursos inútiles y desmotivadores y prontamente desactivan la acción de calle de forma anti popular y la convierten en inútil cacerolazo, generando gran frustración, enriquecida por el argumento discursivo generalizado contra toda reacción violenta usando el concepto o eslogan de “Cambio Constitucional, Pacifico y Electoral”. Estas acciones conducen a las declaraciones en los medios de los dirigentes de la MUD a través de entrevistas privilegiadas a aquellos que aparecen en las agendas de los productores de los medios y se obstruye e intenta modelar la opinión de tantos venezolanos. En esta circunstancia aparece inducida por el gobierno y la misma oposición representada por la MUD la acción “mágica” del Dialogo, auspiciada además por el Vaticano, UNASUR e incluso el Departamento de Estado Norteamericano.
En octubre se instala la flamante mesa de diálogo con la infeliz decisión de desmotivar las acciones de calle, en efecto, se suspende la marcha prevista para el 3 de noviembre, y se desarma la anhelada respuesta popular de protesta e insatisfacción por la increíble situación económica producto de la inestabilidad de sus principales factores como la corrupción, hiperinflación, hambruna, falta de bienes, servicios, pérdida del valor del salario y demás efectos, así como el impacto social en la salud, educación, seguridad, y muy especialmente acompañada por la represión sin límites del gobierno usando la fuerza armada con actuaciones sin precedentes en la detención y liquidación inaudita y sin fórmulas de juicio de casi cualquier persona que manifieste contra el gobierno y sus representantes por cualquier medio.
La citada mesa de diálogo formula algunos acuerdos sustentados en las opiniones de los llamados grupos G3 y G4 y la influencia de personalidades ligadas al gobierno. Esta posición complace no solo al gobierno que logra su primer objetivo de triunfo al congelar la protesta masiva en la calle, sino que, incluso revela la desconexión de la MUD con el pueblo al preservar información que debería ser pública, no entendiendo este, el comportamiento de sus representantes que más allá de sus declaraciones y de expresiones de cambio del modelo político, despreciaron las fuerzas emergentes que impulsaría dicho cambio. Incluso se desconectaron de la población de tal manera que no abordan con claridad los temas de la solución de la problemática social sobre el cual se montó su elección como diputados a la Asamblea, creando desconfianza, perdida de liderazgo, y de confianza y burlas ante sus declaratorias cuyos preceptos o declaraciones se interpretan como recursos retóricos o populistas frente a la percepción que no cumplieron sus funciones y se quedaron muy lejos de sus ofertas electorales, incluso bordeando el peligroso comportamiento de proteger sus propios intereses colaboracionistas, o incluso protegiendo el interés de algunos sectores económicos los cuales por lo demás han sacado provecho de la “paz pregonada” por opositores y gobierno a través de beneficios especulativos con la moneda y de la estructura de los precios al consumidor. Su limitada y efectiva falta de respuesta ante los abusos de los poderes públicos que maniataron cualquier acción de la AN son tímidamente abordadas. Cabe pensar entonces que permea una opinión desfavorable sobre la incapacidad de estas fuerzas opositoras a lograr objetivos claros para enfrentar con eficiencia al gobierno y especialmente al abuso militar apoyado en la invasión de cargos civiles importantes, por no citar su sospechosa complicidad con actos de corrupción, del control abusivo y dictatorial del gobierno y la ejecución en su contra de los poderes públicos.
Cualquier interpretación vale, pero en el fondo, se traduce en desconfianza generalizada,, o simplemente en la descalificación de esa dirigencia que no ha sabido conducir el proceso imprescindible para un cambio del modelo comunista por la democracia- En resumen, la dirección política de la oposición enquistada en la Asamblea Nacional no ha logrado entender que fueron usados y que el gobierno corrió la arruga en su búsqueda desesperada de tiempo, y apaciguo efectivamente de manera indirecta la calle, controló los movimientos de cambio a su favor y ha convertido en triunfo los elementos políticos que perfilaban la salida del gobierno. Incluso, sublimó a los participantes en el fulano Dialogo sustentado en el engaño y la tramposería. Como recurso dialectico, la Mesa de Unidad Democrática amenaza con salir de la mesa si no se logran los acuerdos aprobados de libertad de algunos presos políticos, que por cierto son reemplazados por otros, de respeto al poder de la Asamblea, y de un cronograma electoral. Estas circunstancias se complementan con la desesperación popular la cual adquiere límites insospechados de angustia y desesperanza, donde la pobreza aflora sin distinciones sociales, la promesa reiterada de recuperar la agenda de la AN y conducir todo en paz y esperar otra vez un nuevo proceso electoral, por cierto, bajo las mismas condiciones y la burla del TSJ al ratificar a los que tienen la responsabilidad de jugar a favor del régimen. Y una nueva promesa esperar las elecciones de gobernadores y alcaldes y preparar el terreno para las elecciones de presidente.
ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS SOCIALES
El entorno socio-político nacional determina que la
población en general y mayoritariamente no soporta la situación de un modelo
que ha tenido efectos perversos y determinantes en la vida del venezolano, el
deterioro de sus instituciones, de violaciones constitucionales, del ejercicio
dictatorial del gobierno y tal cantidad de efectos muy bien conocidos,
diagnosticados y con propuestas emergentes. Todo un pueblo adversa la conducta
de quienes no solamente son incompetentes para conducir un gobierno, sino que
han producido efectos devastadores en el país que hasta su soberanía ha
perdido. Frente a ello, Innumerables venezolanos, capacitados políticamente,
intelectuales de gran valía, experimentados y de impecable trayectorias
profesional y social, examinan desde hace ya mucho tiempo sin que sus visiones
sean canalizadas por sus líderes opositores representados por los partidos y su
representación en la Asamblea Nacional y ni siguiera ante la opinión pública.
Dentro de su propia perspectiva cientos
de venezolanos, preparados y preclaros, orgullosos de su nacionalidad, de
talante y de gran capacidad profesional e intelectual han venido señalando los
caminos a transitar conducentes a un gobierno de transición,, pero son desoídos
por decir lo menos, pero ante el desastre de la acción del gobierno comunista
militar han expresado sus opiniones en innumerables eventos que se traducen en
impecables trabajos suficientemente documentados y casi desde cualquier
perspectiva de las dinámicas económicas sociales señalando premonitoriamente la
destrucción del país, y ven con preocupación la acción de un liderazgo aferrado
a las guías tradicionales y excluyentes de partidos sin conexión popular
montados en una tribuna que les hace perder perspectiva.
Inevitablemente esas personalidades preclaras y sin
rostro aparente, forman parte de grupos de análisis, integran agrupaciones más
allá de las estrategias partidistas, crean grupos o peñas de opinión, señalan
claramente los escenarios controlados por el gobierno, el desastre que vivimos y la profundicen de
la crisis del próximo año, Nos advierten del peligro que como pueblo y como
país tenemos por la extraordinaria mala conducción de grupos conectados con los
más perversos intereses personales y mafiosos, que usan el poder sin ningún
tipo de restricción y han hecho del mismo un instrumento de sometimiento.
Estas personas citadas son un rostro a mostrar al país, a su gente y representan reservas morales, técnicas, intelectuales y de conducción gerencial, que pueden hacerle frente a la transición política para salir de este caos. De tal manera, que nos sentimos obligados a hacer todo lo necesario para constituir una Fuerza Social Colectiva, con vocación de poder social, apoyado en el conocimiento, en la constitución y en el derecho que ella otorga de proponer al país una salida urgente, con ideas claras y programas derivados del más puro ejercicio democrático y de lucha contra la tiranía que se torna en salvaje para la preservación del poder y de sus efectos en la corrupción y entrega incluso de la soberanía.
Es indispensable forjar un liderazgo colectivo que permita reconstruir al país, a través de un Movimiento de Movimientos o Peña de Peñas, que logre la articula con de un FRENTE DEMOCRATICO DE UNIDAD SUPERIOR. sin limitaciones ni discriminaciones., propugnando esta iniciativa desde todos los frentes, es decir, partidos políticos, la Academia, los Gremios de cualquier sector, Frentes variados que hacer el ejercicio diario de examinar y desarrollar acciones de denuncia y operacionales en beneficio de los pobres, de los estudiantes, de los presos políticos, etc. Es la hora de aglutinar tantas agrupaciones y capacidades en un Frente Común. Un movimiento que pueda llamarse como se desee, pero que compromete a una misión de actores que sean una referencia para el venezolano, para los líderes democráticos de la fuerza armada, para los países amigos y sus instituciones.
Las circunstancias del país que todos conocen
porque la sienten o la han estudiado por su gravedad, reclaman respuesta y a la
necesidad de organizarnos, más allá de la MUD quien tiene responsabilidades
legislativas en la Asamblea y actúan como partido colegiado con fines
electorales. Esta organización innovadora, de precedentes históricos, tiene el
deber patriótico de restaurar el Estado de Derecho en el país por la vía que
sea necesaria, obligando a sus representantes formales a declinar sus intereses
personales o partidistas a la necesidad nacional dentro del valor insustituible
de la democracia, la dignidad y de la voluntad popular para la preservación de
la calidad de vida, de los derechos humanos, la ética, la decencia y el
pluralismo.
Las personas que lideran los grupos de análisis, pequeños partidos, muchos de ellos marginados, ciudadanos en general debemos tomar la iniciativa de construir un movimiento cuyas líneas de acción sean compatibles con la democracia y la acción necesaria para dar la cara a la sociedad y sus fuerzas emergentes, diseñar la estrategia inteligente y plural, darle forma nacional y regional a una fuerza emergente que favorezca el cambio y le diga a las fuerzas constituidas, acá estamos, listos, con programas y metas de reconstrucción y de cambio.
Mucho se ha escrito de cómo hacerlo, propuestas se han formulado que no han tenido eco en las fuerzas organizadas, llego el momento de asociarles y desarrollar el plan de acción necesario, Los antecedentes nos ilustran, a lo largo de los últimos 20 años hemos visto acciones que han fallado por negligencia pero otras se han logrado, recuerdo entre ellas algunas muy efectivas y lograron torcer el brazo del déspota como por ejemplo la acción directa de los frentes que se organizaron para la defensa educativa y sindical tales como:: Frente Universitario, Frente Educativo, Frente Sindical, Frente Petrolero y Frente Militar.
En cualquier caso, las organizaciones mutan y requieren innovación y estrategia, la integración de los frentes conducen una organización robusta, flexible, democrática y plural, o como se desee llamar, para aglutinar a los millones de venezolanos perjudicados, apresados o exilados voluntarios de todos los ámbitos sociales Es una tarea formidable, pero los eufemismos terminan con la acción, basta de comunicados, pronunciamientos, declaraciones y discursos, solo se requiere acción colectiva para parar la infamia de esta mal llamada revolución que no es más que una organización criminal dispuesta a todo con tal de preservar el poder y su influencia corrupta, Convoquemos urgentemente a una gran Asamblea Nacional con la participación de toda esta gente que lidera grupos, frentes, partidos, gremios y organizaciones de variados y heterogéneos objetivos, pero que todos coinciden en la necesidad de terminar esta tragedia que ha conducido al país a destrucción y empobrecimiento dentro de un autoritarismo comunista pasado de moda pero que no tiene límites para destruir a los seres humanos que vivimos en este país. Esta Asamblea debe adoptar todos los mecanismos de lucha para la preservación de la democracia, de la salud del venezolano y del rescate de la institucionalidad con la ayuda de fuerzas internas que giran obligadas alrededor de un gobierno nefasto pero que todavía tiene ética y valores y que están maniatados producto del chantaje y la presión. Esta Asamblea debe dictar las pautas para un gobierno de cambio, de la gerencia colectiva, y generar de forma radial organizaciones regionales para difundir y alinear la sinergia necesaria para el cambio, reunir a la experticia necesaria para lograr el ordenamiento de planes y programas con una visión realista y de visión democrática.
Métodos, están disponibles, estudiados, tales como
los Proyectos de Cambio Nacional, Proyectos de Gobierno, Ante la Transición, la
Convocatoria de una Asamblea Constituyente u otras en curso o por desarrollar,
que logre ordenar el caos bajo la innovación, nuevos enfoques y reconstrucción
organizacional. Esa motivación nacional y de alcance, regional puede dar gran
impulso a la calle, a la movilización efectiva y al uso de un liderazgo oculto
pero activo, despreciado, pero funcional, de ideas y experiencias claras unidas
en grupos cuya consolidación darán pie para disponer de una estructura o vía
alternativa, retadora, de cara al ejercito democrático, de ofrecer un cuerpo
consolidado, fértil y ético para atender la transición tal y como está
planteada, existen fórmulas de gobierno de transición, rescatemos al país, Es
una obligación ciudadana frente al atropello, el egoísmo y la corrupción.
15 de diciembre de 2016.
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