viernes, 23 de diciembre de 2016

PROCESO DE CAMBIO EN VENEZUELA

Dr. Genaro Mosquera Castellanos


ANTECEDENTES
Desde hace ya un largo periodo de tiempo, el régimen de gobierno en Venezuela, privilegió sus objetivos ideológicos internacionales del socialismo en detrimento a los del país y de sus habitantes. Desarrolló un proyecto de gobierno totalitario y represivo ambientado en el fraude y el engaño. Perfeccionaron por años un sistema electoral que le ha permitido maniobrar las elecciones en su beneficio y proyectar una imagen propagandística de que en el país se vive en democracia lo cual permitió desarrollar un modelo económico socialista sometiendo a la población a una terrible presión de privaciones, hiperinflación y represión.

El efecto directo de esta política hizo efectos adversos en la población, y el descontento popular creció de manera significativa sobre el cual se estructuraron estrategias opositoras signadas por una confederación de grupos políticos que actuando bajo premisas unitarias capitalizaron las elecciones legislativas para elegir mayoritariamente a los integrantes de la Asamblea Nacional. La Mesa de la Unidad Democrática, (MUD) fijó para el gran público un objetivo macro, “el cambio de modelo de gobierno” apoyando sus acciones en el descontento popular, de tal manera que se formularon estrategias para intentar resolver los problemas de cambio mediante propuestas sustentadas en un Referendo Revocatorio (RR), Renuncia al cargo, Violación a la Constitución por Nacionalidad Colombiana, Abandono del Cargo Enmienda Constitucional y Asamblea Constituyente. Todas estas acciones, por cierto, movilizadoras de la población fueron estratégicamente obstruidas por el régimen. Dada la imposibilidad de aplicar alguna de las propuestas anteriores, se maneja por último “el Juicio Político”. Obviamente el TSJ como poder supra apoyado por un Consejo Nacional Electoral experto en mecanismos de engaño y manipulación electoral como brazos ejecutores del Ejecutivo boicotearon toda iniciativa y lo seguirán haciendo a través de la odiosa, anticonstitucional y usurpadora acción de la sala constitucional del TSJ-.

Movimientos populares de calle han sido castrados sistemáticamente por la MUD a pesar que las mismas tan tenido éxito sin precedentes apoyada en una especie de movimiento de movimientos de carácter espontánea y   desorganizada; pero que ha sido, ambientada por los integrantes de los partidos con discursos inútiles y desmotivadores. Prontamente desactivaron la acción de calle y la convirtieron en inútil cacerolazo, generando gran frustración enriquecida por el argumento discursivo generalizado contra toda reacción de cambio inmediato usando el concepto o eslogan de “Cambio Constitucional, Pacifico y Electoral”. 

En esta circunstancia aparece inducida por el gobierno y la misma oposición la acción “mágica” del Dialogo,  Se instala la flamante mesa de diálogo con la infeliz decisión de desmotivar las acciones de calle, y se desarma la anhelada respuesta popular de protesta debido fundamentalmente  por la increíble  situación económica producto de la inestabilidad de muchos factores  tales como la corrupción, hiperinflación, hambruna, falta de bienes, servicios, pérdida del valor de la moneda, del salario y el impacto social de las políticas erradas en la salud, educación, seguridad, y muy especialmente, por la represión sin límites del gobierno usando la fuerza armada cuyas actuaciones no tienen precedentes sobre casi cualquiera institución, empresa, gremio o  persona que manifieste contra  el gobierno y sus representantes por cualquier medio.

La citada mesa de diálogo aún debate algunos acuerdos sustentados en las opiniones de los llamados grupos G3 y G4 y la influencia de personalidades ligadas al gobierno.  Esta posición complace no solo al gobierno que logró su primer objetivo de triunfo al  congelar la protesta masiva en la calle, sino que, incluso revela la desconexión de la MUD con la comunidad  en general administrando el proceso informativo cuyos elementos deberían ser públicos, no entendiendo la población  el comportamiento de sus representantes que más allá de sus declaraciones y de expresiones de cambio del modelo político despreciaron las fuerzas emergentes que impulsaría dicho cambio, de tal manera, que sus representantes no abordaron con claridad los temas de la solución de la problemática social  sobre el cual se montó su elección como diputados  a la Asamblea, creando desconfianza, perdida de liderazgo, donde sus acciones públicas se interpretan como recursos retóricos o populistas frente a la percepción generalizada que los diputados electos no cumplieron sus funciones y quedaron muy lejos de sus ofertas electorales posicionándose una opinión desfavorable  interpretada sobre la incapacidad de estas fuerzas opositoras a lograr objetivos claros para enfrentar un cambio real y el abuso de las fuerzas oficiales y su sospechosa complicidad en actos de corrupción, del control abusivo y dictatorial del gobierno y la ejecución anticonstitucional de los poderes públicos.

Todo se traduce en la descalificación de esa dirigencia que no ha sabido conducir el proceso imprescindible para un cambio del modelo donde la dirección política de la oposición desde la Asamblea Nacional no ha logrado entender la incertidumbre que han generado y que  el gobierno corrió la arruga en la búsqueda desesperada de tiempo, logrando apaciguar de manera indirecta la calle y logro controlar los movimientos de cambio y ha convertido en triunfo los elementos políticos que perfilaban la salida del gobierno.

Estas circunstancias se complementan con la reacción popular la cual adquiere límites insospechados de angustia y desesperanza, donde la pobreza aflora y golpea sin distinciones sociales, rompiendo  la promesa reiterada de recuperar la agenda no cumplida de la AN y su expresar matriz de opinión de conducir todo en paz y esperar otra vez un nuevo procesos electoral, por cierto bajo las mismas condiciones y la burla del CNE y del TSJ Una nueva promesa se abre paso, la de  esperar las elecciones de gobernadores y alcaldes y preparar el terreno para las elecciones de presidente en el año 2018.

El régimen afianzado y confiado profundiza el modelo político, confiscando nuevas empresas, reprimiendo más fuertemente e introduciendo odiosos cambios económicos, especialmente monetarios de claro corte antipopular los cuales agudizan la crisis causando graves consecuencias en los procesos normales cotidianos de un país provocando indignación y violencia por los efectos que tales medidas los cuales han perturbado a la población y sus relaciones habituales

De la noche a la mañana la población en general, especialmente los menos privilegiados sociablemente han quedado prácticamente sin recursos ni poder adquisitivo para poder conseguir los insumos necesarios para su alimentación, transporte, medicinas y para cubrir los gastos necesarios ambientado en un corralito postmoderno del control socialista de la economía frente a un liderazgo haciéndose de la vista gorda ante una clase corrupta que saca beneficios de esta situación favoreciendo a las mafias oficiales sin pudor ninguno y potenciando la influencia adoptada por especuladores cuyos mecanismos comerciales en un ambiente de oferta dolarizada introducen nuevos aspectos especulativos que cercenan aún más el poder adquisitivo de la población Frente a ello, es claro que la violencia inducida y  no conveniente porque contribuye a optimizar la destrucción del aparato productivo y sus mecanismos de comercialización no pueden pasar de manera inadvertida, de tal manera, que el pueblo en su espíritu más genuino manifiesta su descontento el cual se va a profundizar aún más por la obstinación de un gobierno sordo y propagador de mentiras, que no resuelve nada porque preserva sus acciones ideológicas frente a los intereses de un país

Si los liderazgos opositores no se ponen al lado de los desvalidos y no se conectan con sus problemas reales, profundizaran la desconfianza que han generado y como factor circunstancial provocara la intervención de la Asamblea por parte del régimen echando por tierra la esperanza que los elevó a las posiciones de lucha de una genuina Asamblea Popular.

ORGANIZACIÓN DE LAS FUERZAS SOCIALES

El entorno socio-político nacional determina que la población en general mayoritariamente no soporta la situación de un modelo que ha tenido efectos perversos y determinantes en la vida cotidiana. El deterioro de sus instituciones, las violaciones  constitucionales, el ejercicio dictatorial del gobierno y los efectos muy bien conocidos- Innumerables venezolanos, capacitados políticamente, intelectuales de gran valía, experimentados, dignos y de impecable trayectoria social, tienen perfectamente claro las implicaciones de los objetivos y resultantes de las politices del régimen  y han venido señalando los caminos a transitar hacia la búsqueda de un gobierno de transición y han puesto a disposición los instrumentos necesarios para la reconstrucción del país sustentados en impecables trabajos suficientemente documentados que cubren casi desde cualquier perspectiva de las dinámicas económicas y sociales.

El desastre que vivimos y la profundización de la crisis nos advierten del peligro que como pueblo y como país tenemos por la extraordinaria mala conducción de grupos conectados con los más perversos intereses personales y mafiosos, que usan el poder sin ningún tipo de restricción y han hecho del mismo un instrumento de sometimiento.  De tal manera, que nos sentimos obligados a hacer todo lo necesario para constituir una Fuerza Social Colectiva, con vocación de poder social, apoyado en el conocimiento, en la Constitución y en el derecho que ella otorga de proponer al país una salida urgente, con ideas claras y programas derivados del más puro ejercicio democrático y de lucha contra la tiranía que se torna en salvaje para la preservación del poder y de sus efectos en la corrupción y entrega incluso de la soberanía.

Es indispensable un liderazgo colectivo que permita reconstruir al país, a través de un Movimiento de Movimientos,  que logre la articulación de una verdadera unión superior sin limitaciones ni discriminaciones,  propugnando esta iniciativa desde todos  los frentes, es decir, partidos políticos, academias, gremios de cualquier sector, organizaciones no gubernamentales,  frentes políticos variados que hacer el ejercicio diario de examinar y desarrollar acciones de denuncia y operacionales en beneficio de los pobres, de los estudiantes, de los presos políticos, etc. Es la hora de aglutinar tantas agrupaciones y capacidades en un Frente Común Colectivo. Un movimiento que pueda llamarse como se desee, pero que comprometa a una misión de actores que sean una referencia para el venezolano, para los líderes democráticos de la fuerza armada, para los gobiernos de los países amigos y las instituciones democráticas.

El país, reclama respuesta y  la necesidad de organizarnos de manera innovadora, de precedentes históricos, y tiene el deber patriótico de restaurar el Estado de Derecho en el país por la vía que sea necesaria, obligando a sus representantes formales a declinar sus intereses personales o partidistas a la necesidad nacional dentro del valor insustituible de la democracia, la dignidad y de la voluntad popular para la preservación de la calidad de vida, de los derechos humanos, la ética, la decencia y  el pluralismo. Para ello debemos tomar la iniciativa cuya agenda y líneas de acción sean compatibles con la democracia y el deseo de tomar las acciones necesarias para dar la cara a la sociedad y sus fuerzas emergentes, diseñar una estrategia inteligente y plural, darle forma nacional y regional a una fuerza unitaria verdadera que favorezca el cambio y les

diga a las fuerzas constituidas, acá estamos, listos, con programas y metas de reconstrucción y de cambio.,

Es una tarea formidable, pero los eufemismos terminan con la acción, solo se requiere acción colectiva para parar la infamia de esta mal llamada revolución que no es más que una organización criminal dispuesta a todo con tal de preservar el poder y su influencia corrupta, Convoquemos urgentemente  a un gran movimiento con la participación de toda esta gente que lidera grupos, frentes, partidos, gremios y organizaciones de variados y heterogéneos objetivos, pero que todos coinciden en la necesidad de terminar esta tragedia que ha conducido al país a destrucción y empobrecimiento dentro de un autoritarismo comunista pasado de moda pero que no tiene límites para destruir a los seres humanos que vivimos en este país. 

Debemos adoptar todos los mecanismos de lucha para la preservación de la democracia, de la salud del venezolano y del rescate de la institucionalidad con la ayuda de fuerzas internas que giran obligadas alrededor de un gobierno nefasto pero que todavía tiene ética y valores y que están maniatados producto del chantaje y la presión. Se deben dictar las pautas colectivas para un gobierno de cambio, de gerencia plural, integrado con personas no comprometidas de gran proyección nacional, y generar organizaciones regionales para difundir y alinear la sinergia necesaria para el cambio, reunir a la experticia necesaria para lograr el ordenamiento de planes y programas con una visión realista y de visión democrática.

Ante la Transición necesaria para desplazar de una vez por toda a un gobierno que no responde a los intereses colectivos y nacionales requiere un barajo o renovación total, algo así como, borrón y cuenta nueva, apalancado por grupos organizados que representen al pueblo, a sus instituciones, y que un frente militar democrático también deseoso de cambio los identifique a objeto de contribuir a ordenar el caos bajo, nuevos enfoques y reconstrucción nacional

Esa motivación y de alcance regional tiene que dar gran impulso a la calle, a la movilización efectiva y al uso de un liderazgo oculto pero activo, despreciado, pero funcional, de ideas y experiencias cuya consolidación darán pie para disponer de una estructura colectiva renovada o vía alternativa, retadora, que ponga a disposición del país un cuerpo verdaderamente unitario, fértil y ético para atender la transición tal y como está planteada. Existen fórmulas de gobierno para la transición y rescate del país, Es una obligación ciudadana frente al atropello, el egoísmo y la corrupción.

Convoquemos entonces para empezar este movimiento a un liderazgo emergente para tal fin a fin de construir una gran red y un movimiento cívico a nivel nacional y regional con objetivos claros y trabajemos urgentemente en ello.

diciembre de 2016.

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