EL
REGIMEN VENEZOLANO, PILAR DE LA NEO RED GLOBAL DE CORRUPCION
Genaro Mosquera Castellanos
El desenlace de la crisis
venezolana que parece inminente, se desvanece tan rápido como las expectativas
del hombre común. Las explicaciones, argumentos, análisis, y disertaciones
comunicacionales de todo orden abundan en el espectro nacional e internacional
basado en diatribas políticas y diplomáticas; las más relevantes están
centradas en la sabia decisión del Tribunal
Supremo de Justicia(TSJL) en el exilio que el año pasado sentencio la nulidad del sistema electoral y de sus procedimientos
electrónicos, acompañados de decisiones complementarias tales como: declarar
sin lugar el resultado de la elección presidencial, de concejales y como si
fuera poco, sentenció a cárcel a la
cabeza visible del régimen por nada menos que, lavado de dinero, peculado y
otras irregularidades que determinaron que fuese declarado usurpador del cargo
de presidente, activándose la fórmula constitucional de sustituirlo por un
gobierno de transición encabezado por un presidente interino hasta tanto se
restablezca el estado de derecho y se hagan elecciones libres con un sustento
muy claro, de nuevas autoridades y la creación de un registro electoral
confiable.
Todas las decisiones del
TSJL, de la Asamblea Nacional (AN) y del propio presidente encargado han dado
al traste con el reclamo popular de que el usurpador deje el poder. Un sinnúmero
de estrategias y decisiones se han abortado, incluyendo las execrables negociaciones,
la fallida ayuda humanitaria, y la concesión de amnistías potenciales a
militares para forzar la salida del usurpador y de sus apoderados. Todo ha sido
burlado, no ha habido argumentos, demostraciones legales, y apoyos internacionales
en contra del régimen, amenazas a apoyo coaligado militar y de paz que hayan
logrado provocar la salida del régimen usurpador, por el contrario, el régimen
se comporta de manera retadora, encarcela, persigue a líderes, diputados y a
individuos; ataca sin misericordia a la población, somete de hambre, escasez de
todo tipo y de recursos a la población, se jacta y burla de los países democráticos y hace
gala de su subordinación a las fuerzas invasoras, cubanas, y rusas, se apoya en
colectivos y guerrilleros del vecino país, en la Guardia Nacional, la policía
bolivariana y en los esbirros de fuerzas especiales sembrando de muerte y dolor
al pueblo venezolano ante la mirada atónita de observadores y gobiernos de países
amigos, incluyendo al gigante del norte.
Nos preguntamos qué tan
fuerte es el régimen que no puede ser desplazado por estos mecanismos, ni la
calle, ni la oposición real y resistente, de las amenazas internacionales, del
cerco y persecución a las actividades económicas y de sus colaterales; muy por
el contrario, el régimen se manifiesta retador, pendenciero y hace gala de la
fuerza con el apoyo de rusos, chinos, antillanos, colombianos radicales, turcos, iraníes
y una suerte de mercenarios, explotadores
de los recursos del país donde la reacción internacional se desconcierta, la
dirigencia nacional se desagrega digna del ejercicio operativo fallido,
discontinuo e ineficaz.
El examen político del
asunto conduce a una confusión extrema por parte de la oposición valida, que enfrenta
con decisión al régimen usurpador y tiende la mano a la ayuda humanitaria y solicita
ser protegida por una coalición militar de paz. Esta aspiración se ha obstaculizado
por una oposición tradicional y complaciente bajo el argumento de violación soberana sin
razonar que el país ha sido invadido por fuerzas extranjeras que se ha
apropiados de instituciones, empresas al mejor estilo de las trasnacionales
mafiosas mediante una red comercial criminal que posee recursos infinitos
estafados que han permitido la complicidad de países, organizaciones, empresas,
instituciones y personal en la corrupción más poderosa de los últimos tiempos.
Comenzamos a detectar que el
poder de sostenimiento del régimen está montado sobre la base de un ejército mayoritariamente
comprometido con la corrupción, con el manejo del poder militar para sublimar a
la oposición y a la población bajo la conducción de dirigentes sin escrúpulos,
militares cubanos y rusos que manejan el aparato armado, económico e
institucional a conveniencia propia y de los integrantes de un gobierno corrupto
que secuestro al país y no va a cambiar con métodos ortodoxos o convencionales,
menos aún por presión económica y diplomática de los países empeñados en restaurar
la democracia
El sistema comunista cubano
desde muy temprano diseño un plan estratégico de apoderamiento de países
sustentando en el modelo socialista el cual pretendieron tomar inicialmente por
la fuerza emergente guerrillera, cambiándolo por un modelo basado en los instrumentos
electorales preparados para lograr resultados favorables a sus intereses. Para lograr
el apoderamiento convenientemente ligado a sus intereses requirieron de los
recursos financieros venezolanos producto de la actividad petrolera,
energética, minera y especialmente del narro tráfico. En su primera fase
aprovechando el régimen de Chávez tal y se describe en el ensayo “Venezuela Provincia
Cubana, G. Mosquera” donde se ilustra con detalle cómo se apoderaron de la
estructura empresarial e institucional, de organizaciones de gran poder económico
tales como PEDVSA y similares a través de asociaciones estratégicas para
finalmente quedarse con ellas y los recursos que producen. Las redes clandestinas
para el manejo de los ingentes recursos fueron creciendo potenciando a los
intermediarios y no cabe la menor duda que incluso llego a la caja de
connotados dirigentes de oposición. Esa red se fue complicando
organizacionalmente como un cáncer que ha crecido mundialmente como una Red
Criminal Bolivariana tal y como lo afirma un estudio de la Universidad de National
Defense University (INSS), IBI Consultants y
LLC en el cual expresan: “Los expertos aseguran
que "a pesar de las sanciones económicas de los Estados Unidos, la
creciente condena internacional y la falta de legitimidad política, el régimen
de Maduro no ha colapsado y no lo hará por un largo período de tiempo".
Desde el gobierno de Chávez,
PDVSA se convirtió en el eje de un fraude millonario aliado a organizaciones
internacionales apoyados por los presidentes de naciones de gobiernos
socialistas del continente, aliados y
financiados por el chavismo abarcando a. gobiernos, , instituciones y a miles
de personas que se enriquecieron de la nada con recursos proveniente de
actividades fraudulentas tales como la sobre facturación, transacciones monetarias
oficiales, ventas ficticias, atraco en la comercialización de minerales
preciosos cuyas transacciones se hicieron globales en una red financiera tejida
con cuidado para operar en los mercados internacionales en beneficio de
gobiernos, sus dirigentes, testaferros y funcionarios de todos los niveles y
obviamente con la compra de conciencia
tal y como se opera en el submundo del hamponato internacional.
La detección parcial de
la red criminal ha conducido a personas que han sido puestas en evidencia donde
muchos de ellas han entregado a otras en busca de los beneficios de su propia impunidad
y, muy a pesar de las acciones de algunos países de sancionar y recuperar
activos robados el régimen nada en dinero mal habido fortaleciendo sus accionar
incluyend a otros gobiernos del continente
inyectando fortunas para asegurar por vía electoral fraudulente incorpóralos
al sistema criminal de redes globales,
Mientras tanto las
actividades criminales en Venezuela persisten en medio de la crisis más pavorosa en la historia del país aliando a estados
autoritarios que trabajan de manera coordinada tomando billones de dólares en
un concierto de lavado de dinero, inversiones fraudulentas complementadas con
la construcción de infraestructuras inmobiliarias, administrando los recursos
del narcotráfico y del comercio ilícito de todo tipo de bienes, de salud,
alimenticios o de recursos valiosos como la producción de oro y la extracción
de minerales estratégicos.
De tal manera que, uno
de los desafíos más importantes no solo es el desplazamiento de un régimen
corrupto, secuestrador y traidor que entregó su soberanía cual vil provincia de
ultramar, sino como desmantelar la red de corrupción mundial más importante de
la era moderna. Por ejemplo, como recuperar de Cuba varios centenares de
empresas que se robaron, o a los turcos el oro mal habido, o los bienes de
funcionarios que por miles se han enriquecido, que han usado testaferros para
montar cualquier cantidad de negocios en medio mundo incluyendo los Estados
Unidos, negocios comérciales, y toda una infraestructura financiada por
recursos lavados dispersos en todo el globo.
Es bien conocido que
ingentes cantidades de recursos, léase billones expresados en dolares o euros
son movidos entre países en acciones recurrentes a través de empresas de
fachada, bancos comerciales comprados para dichos propósitos, compra de
urbanizaciones, edificaciones de
todo uso y obviamente a personas
no necesariamente afectas al régimen, pero que sus negocios son favorecidos, financiados
e incluso la dadiva o facilismo para enriquecerse que obstruyen cualquier
iniciativa de cambio para no verse comprometidos ante ese cambio y ponga en
evidencia se grado de corrupción, enriquecimiento ilícito y sus propias
carreras políticas. Ellos conspiran para que toda iniciativa de cambio se obstruya,
dilate o negocie con tal de flotar en ese océano de irregularidades para usar
palabras adecuadas.
Está muy claro en el
sector financiero internacional y de países democráticos que diferentes
gobiernos, actores corrompidos, empresas de maletín, empresas formales con
mecanismos fraudulentos han facilitado que no haya cambio en Venezuela La Red
criminal es única construida por un estado terrorista que opera en una red
empresarial creada para el crimen, que opera a través de una estructura macroeconómica
apoyada por el estado venezolano y en
complicidad con entidades estatales, negocios y grupos criminales en una
compleja actividad que ha socavado la
democracia, y la seguridad nacional de países democráticos del continente americano,
por citar el radio de influencia más cercano, no hay duda que gobiernos europeos
asiáticos y del islán forman parte de esa red criminal aprovechadora de los recursos a expensas de
los pueblos. Por las razones anotadas el régimen es resistente, no entregará el
poder por las buenas y se mueve como gelatina adaptándose a las circunstancias
sin ceder ni un metro en sus intenciones de permanecer en el poder.
La respuesta a este estado
de cosas requiere de un enfoque geopolítico integral global y deshilachar la
red con otra red más poderosa que identifique cada empresa, cada actor, cada
testaferro, incluso a empresarios y dirigentes de partidos del propio gobierno
o de la oposición, de fundaciones y por supuesto a líderes de los gobiernos que
han propiciado estos desmanes de ultima generación.
Desmadejar la red
requiere del concurso integrado de las autoridades de los gobiernos
democráticos, de sus poderes legislativos y judiciales, de los bancos centrales
y organismos financieros nacionales e internacionales, Esto toma tiempo, pero
es imprescindible, no obstante, ante tanta corrupción y las montañas de dinero
que compran países, conciencias e instituciones, el efecto en el pueblo es dramático.
El mejor ejemplo es el venezolano signado por la migración masiva en busca de
mejor vida, pero el efecto de las restricciones y penurias sociales forzarán la salida del régimen inevitablemente y por tratarse de
un problema regional que afecta a muchos países, destruye a las democracias, en
tal sentido una fuerza de la coalición deberá coadyuvar con los nacionales
opuestos verdaderamente al regimen de precipitar el cambio y terminar contra la
voluntad de los comprometidos o cohabitantes al regimen a recupera la
democracia y desmontar la red del crimen donde la recuperación de los recursos hará
regresión en la vida económica venezolana.