sábado, 17 de agosto de 2019

El Desenlace de la Crisis Venezolana

 


EL DESENLACE DE LA CRISIS VENEZOLANA

Genaro Mosquera C.

 

La Ayuda humanitaria emergente

Uno de los principales problemas a considerar para el necesario desenlace de la situación venezolana y cambio del modelo político dentro del contexto de la democracia es resolver de una vez el tema de la ayuda humanitaria. Después del 23 de febrero, fecha señalada por el presidente (e) Diputado Juan Guiadò de promover el ingreso de la ayuda humanitaria, la iniciativa fue torpedeada por el régimen de manera violenta y destructiva impidiendo el ingreso de las donaciones y levantando todos los obstáculos físicos y paramilitares para obstruir la ayuda humanitaria.

Es necesario resolver el asunto ante la emergencia nacional que al mes de abril de 2019 no se ha podido solucionar, y es un reto para el Gobierno de Emergencia Nacional frente al abuso y deshumanización del régimen usurpador del poder público. Se ha profundizado el tema de los derechos humanos incrementando el sufrimiento del venezolano común, ya no solo por las limitaciones de ingreso, laborales, hiperinflación, ausencia de servicios asistenciales y educación recortando bárbaramente la presencia de estudiantes a las aulas, como si fuera poco, la destrucción o falta de confiabilidad de los servicios entre ellos: la energía y los consecuentes apagones que limitan la vida económica, domestica y sus colaterales tales como el suministro de  agua potable y de combustibles  produciendo un colapso generalizado extremadamente peligroso.

La incompetencia de la dictadura ha conducido a un proceso que desborda todas las variables políticas y sociales y afecta la salud mental de venezolano, se engaña, los intoxica, se miente descaradamente e inclusive confunde intentando escindir o acabar la resistencia y la integración táctica de la unidad lograda con tanto esfuerzo. Un ejemplo de los mecanismos que usa el régimen pueden verse oponiéndose a la ayuda humanitaria, en efecto, han anunciado con gran fuerza comunicacional que todo se resolverá con su inexistente plan económico infalible, y que la ayuda a la población fluirá a través de la Organización de la Media Luna cuyo presidente ha anunciado públicamente su disposición para tal fin con la Cruz Roja Venezolana cuyos directivos están directamente vinculados con el régimen. Ambas organizaciones han expresado permitir el ingreso de la ayuda siempre y cuando ellos evalúen la calidad y características de las donaciones y anuncian de paso que la ayuda China estará presente obviamente sin citar el costo que estos mercaderes han transado. Es fácilmente deducible que si no es así, la Cruz Roja Internacional será el canal, pero claro si es condicionada por la organización de la Cruz Roja Venezolana aparecerán nuevos obstáculos para su logística y el potencial despojo de tan vital ayuda internacional.

El TSJ legitimo decretó una medida cautelar de emergencia, declarando la urgente apertura de un Canal Internacional de Ayuda Humanitaria para atender al Pueblo de Venezuela, y la necesaria intervención humanitaria, con fundamento en los artículos 22, 23 y 31 del Capítulo de los Derechos Humanos y Garantías previstos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y demás disposiciones aplicables y previstas en el Derecho Internacional Público, en los Tratados, Pactos y Convenios Internacionales suscritos y ratificados por la República Bolivariana de Venezuela. 

En relación a la programación que fue planeada para el sábado 23 de febrero de 2019, con los países que conforman la coalición (Estados Unidos-Colombia-Brasil-Curazao), terminó el proceso de almacenamiento de la ayuda humanitaria y no pudieron ingresar al país hacia los centros de acopio organizados en Venezuela. Esta medida se dictó para asegurar el ingreso de la ayuda humanitaria, y ratificar al régimen que al impedir el ingreso de la misma a territorio venezolano se coinvertían en delitos y violaciones graves de los derechos humanos señalando las respectivas consecuencias legales.

En la fecha aludida el TSJ legitimo ordenó que se  realizaran todas las acciones y utilizaran todos los recursos materiales y humanos necesarios para el cabal cumplimiento dentro del marco de la Constitución, los Tratados, Pactos y Convenios para instrumentar la gestión con los organismos internacionales y multilaterales Pese al mandato del tribunal, y a reiteradas solicitudes hechas por la comunidad internacional, así como el clamor del pueblo de Venezuela, el señor Nicolás Maduro Moros usurpando el cargo obstruye el proceso impidiendo llevar adelante las gestiones necesarias para lograr la apertura de dicho canal.

El  08 de febrero de 2019, el TSJL exhortó al ciudadano Presidente (e) de la República Bolivariana de Venezuela, Diputado Juan Gerardo Guaidó Márquez, y a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, para que continuaren realizando todas las acciones necesarias para el cumplimiento cabal sin dilación alguna y de forma prioritaria la apertura de un Canal Internacional de Ayuda Humanitaria para Venezuela, los cuales formalizaron con el propósito de auxiliar al pueblo y se tuviese acceso a los alimentos y los insumos médicos que se necesitan con urgencia, a diferencia del ex presidente Nicolás Maduro Moros, quien además de mantener secuestrado al Poder Ejecutivo, es hoy el principal responsable del grave daño a la salud de los venezolanos.

Por tal motivo y con base a la Doctrina de Responsabilidad se ha considerado necesario que la Asamblea Nacional autorice que los países integrantes de la Comunidad Internacional coadyuven la apertura de dicho canal internacional, por medios diplomáticos o por cualquier otro, incluida la coalición militar en misión de paz para ejecutar perentoriamente la Ayuda Humanitaria, en aras de proteger a la población de las calamidades que sufre por la falta de alimentos, medicinas y asistencia médica.

El deber de la Fuerza Armada Nacional.

El TSJL, ordenó en febrero de 2019 a la Fuerza Armada Nacional de conformidad con el mandato que les impone el artículo 328 de la Constitución, cumplan con el deber de coadyuvar efectivamente en la materialización inmediata de la ayuda humanitaria internacional para el pueblo de Venezuela, incluida, entre otras, la facilitación de la apertura de un canal internacional, permitiendo el ingreso de medicinas, alimentos, víveres, personal técnico, médico y militar necesario para garantizar la efectiva provisión logística, de seguridad y distribución de dicha ayuda humanitaria.

El dispositivo constitucional (Artículo 328) atribuye a la Fuerza Armada Nacional como una institución esencialmente profesional, sin militancia política, organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna. Sus pilares fundamentales son la disciplina, la obediencia y la subordinación. Asumir este comportamiento y dar cumplimiento a la sentencia es una oportunidad para trabajar por la reconstrucción y ser garantes del Sistema de un Estado de Bienestar, si no lo hacen todo el peso de la Ley recaerá sobre ellos oportunamente.

 

Las Fuerzas Armadas están desarticuladas. No tienen una línea de mando nacional clara, tienen la interferencia directa de Cuba colonialista y tecnológicamente de los rusos. Sus contingentes están sujetos a la represión interna por la inteligencia y contrainteligencia que son una amenaza y potencial pérdida de la carrera militar, el terror inducido a detenciones sin juicio y cárcel, incluso amenazas familiares.

Las fuerzas paramilitares integradas por las milicias, colectivos, guerrilleros y grupos de asalto especializados son un poder al margen de las fuerzas armadas y tienen el control y defensa del régimen. Se han convertido en un cuerpo represor y guardia pretoriana de la dictadura apoyada en un sofisticado aparato de choque y protección a los negocios ilícitos. Estas fuerzas paramilitares deben ser eliminadas por la Fuerza Armada Nacional. La dirigencia nacional e internacional no han calibrado este poder debidamente constituido por un ejército de miles de efectivos militares, paramilitares y guerrilleros  nacionales e internacionales, poderosamente armados y entrenados ideológicamente por lo que será muy difícil fracturarlos pero no imposible para inducir el cambio de régimen a pesar del esfuerzo hecho del lado de la oposición y de los países amigos para que los militares institucionalistas deserten, se revelen y se beneficien de las garantías legales ofertadas  y del perdón a sus desafueros si es que lo cometieron

El Deslinde

A la fecha (abril de 2019) la situación socio económica del país presenta una escalofriante situación: inestabilidad política, económica, social, laboral y especialmente influida por el colapso de los servicios públicos, Las estadísticas más conservadoras hablan de 429 manifestaciones mensuales  en todo el país, el reclamo no solo es la solicitud de salida de Maduro del poder usurpado, sino de mostrar la insatisfacción dramática por la  ausencia de los servicios de electricidad, agua, alimentación, salud y educación, Los reclamos laborales complementan la protesta y el régimen sin inhibiciones apela a la fuerza pública, especialmente de paramilitares o colectivos para atacar a las manifestaciones sin miramientos con la fuerza de las armas Frente a todo ello, se continua estimulando con éxito la calle cubriendo la hoja de ruta trazada, preparando los protocolos legales para apoyar la gestión del gobierno de transición para satisfacer las exigencias nacionales, internacionales y validar cada paso que se da. Se llama a la unidad fervientemente, incluso haciendo concesiones políticas a la misma oposición o disidencia; muchas veces cuestionados por la contaminación de personas de antecedentes dudosos en la gestión pública, 

Sobre este particular, se observan varias tendencias, los que quieren presionar duro para provocar el cambio de régimen exigiendo a la Asamblea Nacional que autorice una intervención militar extranjera en Venezuela. Lo que no se aclara en esta postura es que lo que solicitan en realidad es que ingrese la Ayuda Humanitaria con la ayuda de una coalición y protección militar de paz. A eso se refiere la petición administrativa a la AN, basada por lo demás en un artículo de la Constitución, el 187 que sólo habla de “autorizar Misiones Militares” que cooperen con las FANB de Venezuela a quien el TSJ les ordeno apoyar esta petición.

Por otro lado hay una tendencia de quienes desean apoyados en las sanciones internacionales forzar al régimen a encontrar una salida negociada a la crisis, Este grupo se ha desplegado en los organismos internacionales como por ejemplo el Grupo de Lima y algunos países, entre ellos los que apoyan al régimen usando el concepto de soberanía interesadamente y oposición a una “indeseable intervención militar extranjera” en Venezuela. Esto es una vulgar manipulación de ciertos dirigentes y gobiernos los cuales han ejercido importante influencia internacional incluso apoyado en  recientes nombramientos diplomáticos de la AN, La dirigencia opositora que cree en la vía de los acuerdos negociados a veces habla de manera ambigua e hipócrita ignorando a los venezolanos cuya aspiración es el deseo de un cambio rápido, pacifico, no concediendo tiempo al régimen de desplegar sus estrategias de control y permanencia en el poder, Todos sabemos que las salidas negociadas sugeridas hipócritamente no tendrán resultado cuando se trata de un régimen usurpador que ha secuestrado a un país, que obedece a las instancias de países alineados con la tiranía, corrupción, peculado, y  el trafico de los recursos del país.

Se requiere entonces la sinceridad en la construcción de una unidad verdadera conectando los cientos de grupos organizados que son ignorados y se ven sustituidos en la consultoría política por los eternos aprovechadores del poder y el oportunismo que amargamente obstruyen a la resistencia y al deseo de cambio incluyendo su proyección a los medios internacionales.

Todo se conoce, diagnósticos, estudios, hojas de ruta, programación estratégica y fijación de metas. Hay voluntad pero se requiere precisión y urgencia en el tratamiento para llegar rápidamente por todos los medios posibles al desenlace frente a la realidad que Maduro no va renunciar y no se dispone del poder de fuerza suficiente, a menos que se estimule al soberano y a las fuerzas institucionales civiles y militares, nacionales e internacionales para obligarlo a irse del poder junto a su inmensa camarilla.

El gobierno del Sr. Trump ha sostenido que “todas las opciones están sobre la mesa” cuya estrategia se centra más en propósitos disuasivos que a la real posibilidad de intervenir militarmente mediante una invasión y desarrolla acciones estratégicas, de frenos económicos y presión militar para contribuir con el cambio de régimen.

Hay una estrategia interna sustentada en países que juegan a la negociación y a unas supuestas elecciones democráticas sin cambiar el aparato electoral para indirectamente proteger sus propios intereses volteando la cara para otro lado frente a la masacre humanitaria que cobra cientos de vidas y que nos está conduciendo al sistema comunista cubano con gran velocidad.  Recuerden los movimientos pacifistas que con el argumento de la Paz y la oposición a la guerra con Vietnam del Norte provocaron la humillante retirada de Vietnam del Sur frente a la expansión territorial comunista lo cual influyó en la invasión roja a Camboya y Laos cuyos gobiernos clamaban por la ayuda humanitaria y militar, al fin cayeron y fueron masacrados por el Khmer Rouge sin compasión ni medida y el pacifismo volteo la mirada hacia otro lado ignorando el baño de sangre.

La prospectiva política libertaria de Venezuela luce llena de incertidumbre sin embargo optimista del cambio si se toma en cuenta el efecto social provocado por el régimen que ha arrinconado a la población a vivir con un sistema que rechaza ya abiertamente. El necesario desenlace al cambio es la vía de la protesta generalizada conducida por un liderazgo inteligente y el apoyo institucional nacional e internacional complementado con la ayuda humanitaria como apoyo y parámetro político incluyendo las acciones contundentes del gobierno de Guiadò y la ayuda militar interna y externa lo cual puede hacer la diferencia aun frente a un cuerpo armado represor que psicológicamente esta a la defensiva.

Se observa con mucha reserva dentro de las FABN la actuación militar de la elite cubana, y la presencia del ejecito ruso quienes llegaron con la excusa de alistar la estructura misilistica a condiciones operacionales bélicas acompañadas con veladas amenazas subjetivas o directas a los Estados Unidos y a Colombia interpretadas como un reto que conduciría a una escala bélica altamente peligrosa. Esa actitud ha despertado al gigante del norte que está exigiendo su salida de Venezuela a despecho que se replique el efecto cubano bajo la administración del presidente Kennedy. Trump no es como él y puede ser un factor a considerar frente al peligro para Venezuela de destrucción bélica donde la irresponsabilidad de un usurpador nos ha convertido en un objetivo militar y dudamos mucho que se entienda objetivamente la gravedad de esta circunstancia.

El rescate de la Democracia, el cese de la usurpación, el logro de la libertad y el ejercicio democrático del poder es el norte para reconstruir a Venezuela a través de una acción planeada basada en la exigencia popular, disidencia militar nacional apoyada en el rescate de la institucionalidad, y la ayuda internacional, Si no se logran estos objetivos, habrá otros escenarios para echar al régimen con toda la fuerza necesaria y ciertamente con todas las opciones posibles ya que no hay fuerza diplomática, restricciones económicas y cerco internacional que pueda reducir a corto plazo a un régimen basado en la fuerza bruta integrada por un ejército de composición multipropósito, como son los treinta mil cubanos, la guerrilla colombiana asentada en el país, los milicianos, los policías metropolitanos, colectivos y mercenarios cuya base de sustentación es dependiente de un colonizador extranjero, de los intereses de países no democráticos y del narco terrorismo internacional. Esto requiere una estrategia militar diferente y es lo que están en juego en los escenarios de los países democráticos.

De no resolver, estaremos sumidos en la desesperanza y la humillación, no sabemos por cuánto tiempo hasta que haga eclosión el país contra un sistema perverso.  Eso solo será posible si todos estamos comprometidos para el desenlace final, no se puede descansar hasta lograr la libertad venezolana.

Desenlace

La visión mostrada anteriormente tiene limitaciones al desenlace de la crisis venezolana, ya que está marcada en una ruta escabrosa y de difícil solución a través del abordaje ortodoxo de la política. La ruta señala una escalada del régimen apoyada por la fuerza orientada a la reducción de la población, arrinconar y eliminar a la oposición y sus instrumentos democráticos, destinada a someter a la población a la sublimación al sistema, a mantener la carencia y limitaciones de sus derechos humanos apoyados en el terror ejercido por los colectivos, policía bolivariana, Guardia Nacional y los cuerpos de elite.

Los compromisos del régimen de sumisión ante Cuba como colonizador cuyo objetivo ha sido convertir a Venezuela en provincia de ella;  con el narco tráfico, la dependencia de potencias extranjeras como Rusia, China y otros países extremistas o enemigos de la Democracia han determinado de hecho una ocupación militar y violación de la soberanía, aunque eufemísticamente digan que se trata de ayuda técnica y militar, cuando en realidad han ocupado el territorio con el fin adicional de explotar los recursos naturales, sin medida ni control y han establecido bases militares con armas estratégicas. Este supuesto apoyo fortalecido con un ejército de milicianos, paramilitares, guerrilleros y mercenarios el régimen se considera a sí mismo inderrotable y en consecuencia hacen gala de poder guapetón, de reduccionismo, de propaganda y sometimiento e institucionalmente pretenden acabar con la Asamblea Nacional, con la Fiscalía, con el Tribunal Supremos de Justicia, con las instituciones de la democracia y con la oposición organizada exterminando el experimento de un gobierno de transición

La opción de que pueda continuar el régimen dictatorial adquiere dimensiones reales y sus respectivas consecuencias nacionales e internacionales, no obstante, como resultante del modelo de gobierno que ha sumido a la población en los extremos de supervivencia ha estimulado el éxodo y empobrecido a la sociedad a unos niveles nunca vistos en el país y tiene un efecto tan dramático que es susceptible de una reacción no medida y que tiende a poner al sistema en graves extremos y ello naturalmente engendra violencia frente a la opción no deseada de la victoria del régimen.

Estos factores podrían provocar el caos, a una brecha que reduzca al régimen y contribuya a su desplazamiento apoyada en una coalición integrada por  Estados Unidos, Colombia y Brasil y las fuerzas internas Ello podría tener consecuencias terribles de respuesta, primero diplomática y luego, de advertencia final que pudiese terminar en acción militar retaliativa para terminar con bases militares cubanas y rusas en territorio venezolano lo cual induciría una situación de alta peligrosidad global dentro del esquema de la geopolítica actual.

El trabajo de la unidad de Research of Barclays: "The final stage" (la etapa final) viene a colación, en efecto, dicen:  "El continuo colapso de los servicios públicos y la oferta de bienes indican que el escenario de implosión puede estar en progreso". "Los riesgos son elevados, a medida que el país se acerca a un nivel de ingobernabilidad que podría implicar serias consecuencias indeseables, convirtiendo una situación que era insostenible en una que es insoportable". ..La posibilidad de una fractura en un régimen que ya es frágil en lo que parece ser la etapa final de este proceso político".

El efecto del apagón podría ser mucho mayor, ya que es probable que acelere la pérdida de 700mil b/d que esperábamos después del anuncio de las sanciones en enero, en una tendencia hacia una producción de crudo de alrededor de 500mil b/d" estimación de al cierre de 2019. Debido a la pérdida de ingresos del petróleo estima un descenso del 50 % en las importaciones luego de haber caído alrededor del 75 % desde el inicio de la crisis, llevándolos a niveles críticos. La debilidad del gobierno es cada vez más evidente (...) "El fuerte deterioro en la oferta de bienes y servicios ha debilitado los mecanismos de control social del gobierno (coerción y condicionamiento del comportamiento a través de programas sociales), lo que podría aumentar las protestas y el descontento social". "Si bien la oposición ha tenido contratiempos, la situación del gobierno parece peor. En las últimas semanas, ha tenido que enfrentar no solo el costo de usar la fuerza para bloquear la entrada de ayuda humanitaria, sino también el regreso triunfal de Guaidó".

“La inacción de los militares hasta ahora refleja posibles problemas de coordinación y su tendencia histórica a evitar conflictos, en lugar de reflejar la lealtad a Maduro esto crea un equilibrio frágil en el que las tensiones actuales podrían convertirse en catalizadores de una ruptura en la coalición gobernante que podría abrir la puerta a una transición".

"Los militares ahora enfrentan no solo el riesgo de una violencia generalizada, sino también el riesgo de que si la crisis se intensifica, su capacidad para negociar y el poder para gestionar la transición podrían reducirse, dejándolos con menos influencia a futuro.  La relación con Cuba podría ser un potencial catalizador para una fractura…: "Si no se produce una ruptura dentro del régimen y la situación se prolonga, es probable que aumente la probabilidad de intervención militar extranjera".

Frente a todo ello, se extrema el desenlace, o el régimen cae como consecuencia de una gran presión popular acompañada de una reacción de un sector militar que no esté dispuesta a ser sacrificada para defender a un gobierno ilegitimo o simplemente someterse a una conflagración como consecuencia de la reacción internacional cuyas probabilidades crecen exponencialmente lo que igualmente los destruiría.

Todo indica dos extremos del desenlace, o se van del poder los usurpadores, o se mantendrá el terror y la dependencia. Creemos en la primer opción, de ser así, la construcción del Gobierno de Transición no puede detenerse ni quebrar la moral de lo logrado en apenas un trimestre, organizada y apoyada por una mayoría democrática. La ruta debe continuar con decisión y sin miedo, designar un Consejo de Gobierno para la Emergencia Nacional, instrumentar la formulación del plan de reconstrucción,, y preparar todo lo concerniente a unas elecciones libres y democráticas en el menor tiempo posible con un basamento institucional plural, libre de prejuicios y de intereses particulares.

Cuando empezamos algo nuestra mejor opción es terminarla ya

 

 

 

 

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