Agenda socialista
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-November 7, 2020
Las organizaciones políticas socialistas vienen actuando a
través de amplias redes globales en franca cooperación con gobiernos
totalitarios cuyo fin último es el de destruir al capitalismo e imponer el
modelo socialista. Para intentar conseguir ese objetivo cambiaron la táctica
armada por la electoral, con la particularidad de manipular los procesos
electorales para la conquista del poder, dar apariencia democrática a sus
resultados y en aquellos, casos donde tuvieron éxito, preservarlas en el tiempo
y usarlas entre variados objetivos como cabeceras de playa para la intervención
en el resto de los países iberoamericanos.
Sus herramientas se sustentan en deshacer la cultura de los
pueblos, tergiversarla, rehacerla, y desinformar, llevándose por delante las
libertades públicas, apoyados en la propaganda, agitación y lucha asimétrica en
una actividad desestabilizadora en los países democráticos del continente
americano.
Las acciones derivadas están orientadas por una agenda
llamada cínicamente progresista, las cuales penetran internamente en los países
a través de la activación política de fichas infiltradas en la sociedad y en la
organización de la violencia apoyada en grupos comprometidos y una plataforma
basada en elementos sensibles, tales como: los derechos de género, conflictos
raciales, aborto, homosexualidad y descontento laboral.
La referida agenda viene acompañada de un plan
desestabilizador, el diseño y control de los sistemas electorales los cuales
han sido penetrados hábilmente, no solo con activistas sembrados en las
instituciones, sino con la manipulación de los sistemas electrónicos y el
financiamiento de grandes corporaciones de la comunicación y fundaciones que
tienen entre otros propósitos el aprovechamiento y control del poder nacional e
internacional. Para lograr dichos propósitos diseñan estrategias electorales
fraudulentas, complementadas con la desinformación, preferentemente, a través
de las redes sociales, induciendo a la opinión pública con información
manipulada y tergiversaciones de la verdad como la vía más expedita para lograr
la dominación e imposición de un modelo de gobierno socialista.
Como producto de una operación debidamente programada, las
organizaciones nacionales y personas se
polarizan, se potencia la aspiración y
el espíritu de creer que por la vía del voto elegirán a sus gobernantes
a través de un proceso aparentemente transparente para preservar la democracia,
sin apreciar adecuadamente, que están contribuyendo a legitimar objetivos obscuros que terminan en gobiernos
dictatoriales, tal es el caso de Venezuela, Nicaragua, Argentina, Bolivia y
ahora en Chile, usando un mecanismo de consulta para lograr el cambio
constitucional apoyado en el trajinado y efectivo proceso constituyente, o la
adecuación de la Constitución elaborada a su medida. De esta forma, podrán
gobernar con un modelo socialista en dinámica evolución hacia el comunismo, favoreciendo
los intereses rusos, chinos y, colateralmente, de Irán, islamismo y castrismo,
como receptores de las prebendas económicas y financieras.
La influencia de la agenda en cuestión está dirigida por los
regímenes ruso y chino, orientados a extender su influencia y deseos
expansionistas con planes perfectamente articulados y climatizados con las
organizaciones iberoamericanas, como es el caso del Grupo de Puebla que agrupa
a los dirigentes de la izquierda radical formados intelectualmente en las
universidades, los cuales con sus acciones deforman los valores democráticos y
contribuyen a extender la influencia comunista en todo el mundo, especialmente
en Estados Unidos, el cual figura como un objetivo mayor.
En este caso particular, se han apoyado en el Partido
Demócrata, el cual busca oxígeno para recuperar el Poder Ejecutivo y sin
escrúpulo alguno apoyan claramente a cientos de grupos vinculados al Partido
Comunista chino y el cubano, quienes conducen una campaña a gran escala para
generar una profunda división en todo el país del norte y al resto de la
comunidad latinoamericana.
Investigaciones sobre este particular realizadas por
organizaciones confiables revelan cómo han estado trabajando a nivel federal,
estatal y local para fomentar las condiciones y conexiones necesarias para
lograr sus propósitos, ello incluye a empresas, universidades, y grupos de
expertos, incluyendo a organizaciones de la diáspora y de los grandes medios de
comunicación. Los resultados de dichas pesquisas resaltan la participación de
actores rusos y chinos los cuales armaron miles de cuentas en las redes
sociales para lograr la influencia más cercana con la población promoviendo
mensajes a favor de movimientos como Black Lives Matter y Blue Lives Matter,
grupos de la defensa del género y antirraciales para profundizar la división y
el resentimiento entre los norteamericanos. Hoy entre sus estrategias procuran
impulsar el favoritismo hacia el movimiento demócrata y abortar la firme
posición del gobierno en sus reiteradas denuncias contra del régimen comunista
y su intervención en la soberanía americana a través de personajes importantes
ya identificados en turbios negocios.
Este es un año atípico, complejo, con efectos directos en
materia sanitaria derivada de los efectos del virus chino y sus consecuencias
económicas y políticas que han potenciado los conflictos los cuales son
aprovechados por los movimientos socialistas, generando la confrontación entre
los que defienden la democracia y los que pretenden apropiarse de ella de
manera poco ortodoxa. La más relevante de esta acciones es contra la libertad
de expresión, pero lo que más llama la atención, es la posición vergonzosa e
interesada adoptada por la gran prensa, y los grandes medios audiovisuales
norteamericanos que se han puesto del lado autoritario defendiendo al modelo
socialista, deformando las medidas
tomadas contra el terrorismo y el narcotráfico, ampliado por la tesis
que el bloqueo económico es el responsable de la gran crisis venezolana, y que
la ruina anunciada en Argentina es producto del ignominioso neoliberalismo,
tomando fuerza su agenda política disfrazada como progresista para hacerlas más
tolerable a la opinión pública echando la culpa de todo mal al capitalismo,
ampliando el discurso resentido contra las iniciativas y emprendimientos
individuales.
Por ahora, el tema se reduce a una oleada de iniciativas
desestabilizadores y se ha aprovechado del clima electoral de varios países con
los medios mencionados en una clara acción interventora. Solamente hay que ver
el caso de Venezuela que a través de elecciones ilegales parlamentarias que se
han organizado no solo para defenestrar el gobierno interino, sino para
legitimar sus acciones fraudulentas a gran escala, lavar la cara a las enormes
transacciones comerciales y legitimar sus corrompidos contratos.
También en Bolivia a través de elecciones fraudulentas han
propiciado el regreso del Movimiento al Socialismo. Así mismo, aseguran la
permanencia del régimen nicaragüense en próximas elecciones; en Chile intentan
cambiar la estructura constitucional para favorecer el regreso del socialismo;
promueven a gran escala el movimiento guerrillero en Colombia con el fin de
derrotar a la democracia; preservan y defienden las acciones de los gobiernos
de México y Argentina, desprestigian al gobierno brasileño, y finalmente,
intentan derrumbar la estructura
política norteamericana a través de mecanismos electorales fraudulentos
aprovechando que el pueblo tiene absoluta y ciega creencia en la verdad y sus
sistemas.
Lo que está ocurriendo en el proceso electoral
norteamericano nos recuerda las patéticas maniobras electorales en Venezuela,
Ecuador y Bolivia, caracterizado por la obstrucción de gobernadores
provinciales para impedir el acceso al voto, el registro de más votantes que
votantes registrados, como acaba de ponerse de manifiesto en las elecciones
norteamericanas en 352 condados distribuidos en 29 estados donde hay una sobre
estimación de casi 2 millones de votos fantasmas, que los registros electorales
no se corresponden con las estadísticas del buró del Censo, donde existen
centros de votación cuya población votante excede al 100% de los votantes,
donde en 6 estados de la Unión se continúa un escrutinio fuera de los lapsos, y
como si fuera poco, violando la buena fe del correo donde aparecen millones de
boletas emitidas por votantes fantasmas, y sostenidas dudas acerca del proceso
informático. Es pocas palabras, un proceso fraudulento que está poniendo en
peligro la democracia norteamericana, facilitando el acceso a la Casa Blanca a
líderes extremistas que atentarán contra el sistema social, económico y
político del gigante del norte.
La denuncia, experiencia vivida en los procesos electorales
y las evidencias de un proceso electoral manipulando en favor de los intereses
oscuros del llamado globalismo está siendo procesado. El aparato legal
fundamentado en la separación de poderes debe actuar en protección a la verdad
y de la libertad para evitar esta gran conspiración de una dirigencia
socialista, corrompida e integrada al crimen organizado. Por supuesto, no
tendrán éxito, sus actores terminarán de una manera no precisamente feliz, se
les ha caído la careta, se han descubierto sus tramposerías y vínculos con el
crimen organizado.
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