Entropía, información y sus
efectos políticos
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October 31, 2020
El uso de la información estructurada con el objetivo de
deformar la realidad a través de una mentira es una práctica muy vieja que fue
sintetizada en el libro de D. Huff de igual nombre, Cómo mentir con
estadísticas. La difusión de información construida con una base de datos
indiscriminada, no representativa, transformada en noticias o en comentarios
subjetivos y difundida especialmente por las redes sociales, contribuye a
polarizar a la sociedad sobre determinados temas y, a desviar la atención a
asuntos interesados con propósitos ideológicos. También ha permitido dar origen
a la contrarréplica originando lo que pudiéramos llamar entropía de la Teoría
de la Información que tiene como efecto generar confusión pública donde los que
no tienen escrúpulos o ausencia de ética generalmente imponen sus tesis de
manera masiva inspiradas en metas oscuras ligadas a estrategias de
apoderamiento político.
Ese esquema es favorecido generalmente por los que administran las redes sociales, las cuales recogen interesadamente los planteamientos dicotómicos enunciados por regímenes antidemocráticos que ya han provocado cambios sociales importantes en detrimento de la democracia, sin dejar de lado a los que contribuyen a profundizar los mensajes de agitación, subversión y terrorismo cuyo propósito es el de lograr desestabilizar gobiernos para obtener el poder total, desplegar sus movimientos populistas, lograr el aprovechamiento económico y apoderamiento de organizaciones públicas y privadas.
En posesión del poder político en Venezuela han expoliado al país, y controlado su población con tácticas de sometimiento, hambre y limitaciones laborales. Despellejada la dignidad de las personas, despliegan acciones dirigidas a crear el caos institucional, a controlar de manera centralizada el poder, ignorando la separación de los poderes, contribuyendo con sus aliados a desestabilizar a otros países con la intención de terminar con la economía capitalista tradicional por otra de orden socialista, caracterizada por la explotación, la ruina y destrucción de aparato productivo. De la mano de una dictadura posmoderna sustenta sus acciones en el funcionalismo legal acomodaticio, apoyada en la Constitución elaborada a su medida o simplemente despreciada y en procesos electorales fraudulentos que incluso llevan a interferir directamente en las elecciones de otros países.
A través de nodos y redes que se extienden por el mundo, expanden sus ideas y procedimientos, sin dejar de comentar que por decenas de años se infiltraron en las estructuras sociales e institucionales para propagar ideas socialistas estimuladas por el ejercicio intelectual de ideólogos cobijados en las universidades formando activistas y simpatizantes claves por su influencia comunicacional en una red global que incluye a gobiernos socialistas y organizaciones criminales unidos por mera conveniencia . Invito a ver los efectos de la acción del socialismo-comunismo en el reporte cinematográfico denominado Grinding Down America https://youtu.be/Y0KmUYvk6EU
Esa estrategia que va creciendo como un cáncer dentro de los países está sustentada por enormes recursos financieros producto del crimen organizado, y de donaciones de corporaciones inscritas dentro de la denominada agenda globalista. Estos movimientos desestabilizadores proliferan ya en América Latina bajo una agenda común y tendrán éxito en la medida que no entendamos sus procedimientos, el alcance de los procesos de dominación y que podamos comprender que atentan contra la familia, la religión, valores morales y en general, de la democracia en su sentido más libertario. Este movimiento global es de enorme consecuencia, razón por la cual es inminente entender el funcionamiento y limitaciones que tienen las redes sociales, calibrar y discernir el real valor de la información que se han convertido en armas asimétricas de guerras no convencionales y, que pretenden canalizar a la opinión pública mediante matrices de opinión que favorezcan sus intereses, incluyendo los procesos electorales, tales como está ocurriendo en las elecciones norteamericanas o en las ya realizadas en Bolivia y Chile.
Ante hechos tan evidentes como los mencionados, los gobiernos del mundo libre y las instituciones públicas han reaccionado identificando el grado de compromiso de gobiernos y de las grandes corporaciones informáticas con los planes de subversión, especialmente electoral, y ya citan a tribunales a sus autores para determinar su grado de asociación, especialmente financiero. También le deberá tocar el turno a las grandes cadenas noticiosas que han tomado partido en la agenda mencionada violando su independencia de criterio y es una vergüenza el grado de colaboración que han impuesto en campañas electorales para influir en los objetivos mencionados, incluyendo el apoyo a los líderes de tales movimientos donde la contrainteligencia ha logrado alcanzar sus fuentes informativas, articulaciones con la corrupción generalizada y el aprovechamiento de recursos ilegalmente percibidos.
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